Hay que entender que en el mundo la tendencia es generalizar el IVA y claro, tenerlo a niveles del 20 por ciento para que el gobierno tenga recursos de donde la gente paga y adquiere lo que le gusta, necesita o compra, vamos es gravar el consumo.
José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE lo sabe y dice que es la tendencia internacional y por ello no suena descabellado el que en México fuera a proponerse algo así.
Lo que quizá José Ángel Gurría no recuerda es que aquí se desgarran las vestiduras por cualquier cosa ya la menor provocación, así que una propuesta de reforma fiscal de tal manera para gravar el consumo y quizá bajar impuesto a la producción o al trabajo, podría desencadenar una oleada de protestas en las calles y el resurgimiento de figuras como la de Andrés Manuel López Obrador que buscan este tipo de temas coyunturales para hacer suya alguna causa, aunque en el Pacto por México venga planchada la medida.