El secretario general de la FIFA Jerome Valcke no estaba implicado en un pago de 10 millones de dólares incluido en la investigación de corrupción realizada en Estados Unidos que ha sacudido al mundo del fútbol, indicó el martes la FIFA.
El pago fue aprobado en 2007 por Julio Grondona, ex presidente del comité financiero, que murió el año pasado, dijo el organismo que rige el fútbol mundial.
El comunicado de la FIFA sigue a un artículo del New York Times sobre que las autoridades estadounidenses sospechan que Valcke, mano derecha del presidente de la FIFA Joseph Blatter, transfirió el dinero en 2008 a cuentas manejadas por Jack Warner, el ex presidente de la CONCACAF y vice presidente de la FIFA que afronta acusaciones por corrupción en Estados Unidos. El artículo del Times citas a fuentes policiales que no son identificadas.
Los investigadores estadounidenses creen que el dinero fue desembolsado como soborno a Warner y otros por su voto a favor de darle a Sudáfrica la sede de la Copa Mundial de 2010.
Pero la FIFA describió el pago como parte del “proyecto para apoyar a la diáspora africana en los países del Caribe como parte del legado de la Copa del Mundo” emprendido por el gobierno de Sudáfrica.
La FIFA afirmó que ni Valcke “ni ningún otro miembro de la cúpula directiva de la FIFA estaban implicados en la iniciativa, aprobación y aplicación” del proyecto.
El organismo explicó que los pagos fueron autorizados por Grondona “de acuerdo con las normas de la organización de la FIFA”.
El argentino Grondona fue miembro del comité ejecutivo de la FIFA durante 26 años. Era vicepresidente del ente cuando falleció el año pasado a los 82 años.
El pago es central en la investigación del Departamento de Justicia de Estados Unidos que la semana pasada desembocó en la detención de siete dirigentes de la FIFA, y la identificación de 14 individuos en un auto de acusación por asociación delictuosa que señala que los jerarcas aceptaron más de 150 millones de dólares en sobornos.
Blatter, quien el viernes fue reelegido para un quinto mandato como presidente de la FIFA pese al escándalo, ha negado ser el alto jerarca cuyo nombre no es identificado en el auto de acusación y que “transfirió” el pago.
“Ese no soy yo”, dijo Blatter en una rueda de prensa.
El lunes, el expresidente sudafricano Thabo Mbeki negó que su gobierno haya pagado sobornos para conseguir la sede mundialista. Según un diario local, Danny Jordaan, quien encabezó la campaña sudafricana en procura de la sede, declaró que se le habían pagado 10 millones de dólares a la CONCACAF y a Warner con el fin de ayudar al desarrollo del fútbol en el Caribe.
La FIFA anunció el lunes que Valcke canceló el viaje para asistir a la inauguración de la Copa Mundial de Mujeres que arranca el sábado en Canadá “debido a la situación actual”.