Una vez terminada la elección, el IFE continúa con su trabajo: se hace un análisis concienzudo del proceso, se llevan a cabo foros para discutir los resultados, se fiscalizan los gastos de campaña entre otras acciones.
Los candidatos ganadores asumen su cargo como diputados y los perdedores regresan a la vida que llevaban antes de la competencia. Los ciudadanos que participaron en la organización del proceso reciben el reconocimiento de sus vecinos. Los electores, todos nosotros, tristes o contentos por los resultados, hacemos lo que nos corresponde después de una elección: exigir a nuestros diputados que cumplan con sus compromisos de campaña y que nos rindan cuentas de su encargo, a saber, el de representarnos