Nació en Guadalajara, en el actual estado de Jalisco, en 1794.
Fue presidente interino de México del 27 de febrero de 1836 al 19 de abril de 1837. Murió en su ciudad natal el 18 de diciembre de 1864
Fue diputado al Congreso Constituyente de 1824, gobernador de Jalisco del 22 de septiembre de 1828 al 1 de mayo de 1829, magistrado de la Suprema Corte y secretario de Justicia y Negocios Eclesiásticos en 1835.
Al separarse Miguel Barragán de la Presidencia por motivos de salud, Corro fue designado presidente interino.
Le correspondió poner en vigor la nueva Constitución redactada por los centralistas conservadores que ponía fin al sistema republicano federal.
La nueva ley abrogó el voto universal y lo limitó a las personas que supieran leer y escribir; además, estableció el Supremo Poder Conservador, encargado de controlar al Ejecutivo, al Legislativo y al Judicial.
Corro era excesivamente religioso, débil en la toma de decisiones y ajeno a los conocimientos militares, tan importantes en esa época de guerras.
Al término de su gobierno se entregó a las prácticas religiosas con tanto afán que lo apodaron El Santo