cificantes contrarios a la manifestación, lo que generó tensiones y algunos actos de violencia. Sin embargo, la mayoría de los manifestantes se mantuvieron firmes en su mensaje de solidaridad con los inmigrantes y en su rechazo a las políticas antiinmigrantes del gobierno.
A medida que la noche caía, los manifestantes comenzaron a dispersarse, pero prometieron regresar a las calles en cuanto fuera necesario para seguir defendiendo los derechos de sus comunidades. El mensaje era claro no permitirán que las redadas y la persecución de los inmigrantes continúen sin oposición.
En medio de la incertidumbre y el miedo que se vive en las comunidades inmigrantes, estos jóvenes estadounidenses se han convertido en la voz de sus padres y de todos aquellos que no pueden hablar por sí mismos. Su valentía y determinación inspiran a otros a unirse a la lucha por la justicia y la igualdad para todos.
