Nació en La Habana, Cuba, en 1740. Virrey de la Nueva España del 16 de octubre de 1789 al 11 de julio de 1794. Murió en Madrid, España, en 1799.
El segundo conde de Revillagigedo es considerado el mejor gobernante que tuvo la Nueva España.
Dotado de gran capacidad para el trabajo, se impuso realizar una obra duradera y de beneficio común.
Su primera preocupación fue sanear y modernizar la capital del virreinato: empedró e introdujo el drenaje en las calles, así como el alumbrado público; estableció el servicio de limpia y recolección de basura; dispuso el embellecimiento de paseos, plazas y alamedas; ordenó el tránsito de carruajes; etcétera.
Hizo lo propio en otras ciudades del virreinato como Veracruz, Toluca y Guadalajara, entre otras.
Favoreció la comunicación entre las distintas regiones, para lo cual dispuso la construcción y el mejoramiento de caminos.
Ordenó el levantamiento del primer censo de población. Dio instrucciones para reunir los documentos de las oficinas públicas con lo que dio origen a lo que actualmente es el Archivo general de la Nación.
Hizo más ágil y menos corrupta la ejecución de trámites y la impartición de justicia. Concluida su misión en México fue llamado a España, donde murió cinco años después