Un preservativo mal ajustado no sólo tiene más posibilidades de romperse, sino que también reduce el placer de la pareja, según un estudio publicado esta semana en la revista médica British Medical Journal.
Los investigadores del Instituto Kinsey para la Investigación Sexual, de Género y Reproductiva seleccionaron a través de anuncios en el periódico y del blog de una marca de condones a 436 hombres de entre 18 y 67 años, que respondieron a un cuestionario sobre el uso del condón en sus últimas relaciones sexuales con mujeres.
Según los datos extraídos de la encuesta, 45% de los participantes dijeron que en alguna de sus relaciones durante los últimos tres meses habían usado preservativos que no se habían ajustado adecuadamente.
La dificultad para alcanzar el orgasmo para aquellos que no usaron preservativos ajustados o para su pareja se multiplicaba por dos cuando la talla no era la correcta y el índice de quienes padecían irritaciones en el pene en sus relaciones era cinco veces mayor en quienes no utilizaron condones de un tamaño adecuado.
Además, el ajuste inadecuado del condón interfería a la hora de conseguir o mantener la erección, producía roturas con una frecuencia 2.5 veces mayor a cuando se empleaba un preservativo correcto y hacía que la pareja tuviera el doble de posibilidades de decidir retirar el preservativo antes de terminar la relación sexual.
Los autores de este estudio, que plantea el impacto de los preservativos mal ajustados en las relaciones sexuales, reconocieron que los datos del estudio están condicionados por la veracidad de las respuestas de los encuestados.
Para los investigadores, la posibilidad de que el preservativo pueda reducir el placer sexual puede disuadir a las parejas de utilizar protección, por lo que consideran que sería “beneficioso” que las autoridades sanitarias se esforzaran en “promocionar la mejora en el ajuste de los condones”.
El coautor del estudio, Bill Yarber, sostuvo que la pornografía ha distorsionado la imagen del cuerpo, de manera que “ningún hombre compraría condones etiquetados como pequeños o muy pequeños”, de ahí la necesidad de que las autoridades sanitarias se impliquen para concienciar a las parejas al respecto