Kim Kardashian, la socialité californiana de 32 años y debutante madre, no dejó indiferente a los parisinos en su visita a Francia para el estreno del corto Mademoiselle C, al presumir un provocador escote que retaba a los hombres a intentar mirarla a los ojos.
La novia del rapero Kanye West, padre de su hija North West de apenas tres meses de edad, se encuentra en la Ciudad Luz para asistir a la Semana de la Moda de París y reaparecer en su mediática y glamorosa vida como una auténtica diva, enfundada en un vestido de corte asimétrico con un espectacular escote, para demostrar que su voluptuosa figura empieza ha recuperar curvas (siendo la meta su anteriores medidas de 87-66-99) y además ya ha restado kilos de más a su generosa anatomía.