Envuelta en lentejuelas y arropa por su inseparable bola de discoteca, la cantante australiana Kylie Minogue dio la bienvenida oficial a la Navidad en un concierto único en el mítico Royal Albert Hall de Londres donde presento su último álbum “Kylie Christmas”.
Hasta cinco mil 500 personas se rindieron a la voz y a la sensualidad de la belleza rubia, que prescindió de coros pregrabados y apostó por la música en directo de una orquesta durante uno de los pocos espectáculos que dará para presentar su nuevo trabajo.
Durante dos horas la celebridad australiana interpretó las canciones que componen su álbum navideño, aunque no se olvidó de los grandes éxitos que la han hecho famosa en todo el mundo.
El frío de la ciudad del Támesis no asustó a la estrella que, con hasta seis cambios de vestuario, lució su esbelto cuerpo con minivestidos llenos de lentejuelas siempre acordes a las festividades de esta época.
La australiana hizo gala de su mejor habilidad: agradar al público. Sus movimientos sensuales y sutiles son el perfecto aliado de su dulce voz y, a veces también tímida, que hizo que la audiencia no dejara de aplaudir, vitorearla y repetirle “te queremos” cada vez que se dirigía a ellos.
Minogue mostró ser una artista cercana: dio un abrazo a una niña pequeña, retó a la multitud cubierta de gorros de Papa Noel a cantar con ella el villancico “The Twelve Days Of Christmas” y solo bastó un chasquido de dedos de la rubia de Melbourne para que todo el Royal Albert Hall lo repitiera con ella.
El público sintió el ambiente navideño y feliz desde el principio del espectáculo, cuando la cantante de 47 años apareció cubierta con una capa de gasa roja que escondía un vestido corto para deleitar a los presentes con “It’s the most wonderful time of the year”.
Con tan solo un árbol de Navidad de luces de neón a sus espaldas, la elegante presencia de Minogue hizo sonreír de felicidad al público con temas como “Santa Claus is coming to town”, “Every day’s like Christmas” o “Let it snow”, momento en el que copos de nieve tiñeron el auditorio de blanco.
Elegante y pícara, la princesa del pop – con permiso de Britney Spears – se convirtió en una Marilyn Monroe contemporánea al contonearse con un vestido dorado de sirena y una tiara a ritmo de la famosa “Santa baby”, que ya publicó en 2010.
Uno de los momentos más emotivos del concierto tuvo lugar cuando apareció en escena la hermana de la artista, la también cantante Dannii Minogue.
Para conmemorar que en Australia se celebra la Navidad en verano, las dos rubias interpretaron el tema “100 degrees”, que recibió una de las ovaciones más fuertes e intensas de la noche.
El público tumbó a aplausos y gritos el Royall Albert Hall al escuchar la poderosa voz de la vocalista de la banda The Pretenders, Chrissie Hynde, que unió fuerzas con la estrella australiana en la canción “2.000 miles”.
Sin desmerecer los temas navideños, los grandes éxitos de Minogue junto con sus temas más discotequeros hicieron al público vibrar y saltar de sus butacas. Así, ocurrió con “All the lovers”, “Celebration”, “Locomotion”,”Believe in you” o “Love at first sight”.
Entre luces de flash una armada de bailarines con vestidos de colores repletos de brillantes irrumpieron en el escenario hasta que la diva regaló a los asistentes una coreografiada actuación de su clásico “Can’t get you out of my head”. Para entonces, el ritmo lo marcaba la bola de discoteca.
Para despedir la velada, Minogue se enfundó un abultado vestido rojo y un tocado de forma de corona para interpretar el éxito de 1989 “Especially for you”, tema que el ferviente público no dudó en corear junto con la cantante.
Tras una explosión de globos, la cantante se despidió del auditorio pero para ese momento su pareja el actor británico Joshua Sasse ya estaba subido en el escenario para entregarle ala belleza rubia un ramo de rosas.
Antes de desaparecer de los focos, Minogue no dudo en arrodillarse y besar el suelo del Royal Albert Hall en señal de agradecimiento a un público inglés que siempre le ha sido fiel.