La construcción de la refinería de Dos Bocas, ahora Olmeca, tiene como origen los planes de la Bicentenario, un proyecto ambicioso creado en el escritorio de Jesús Reyes Heroles como director de Pemex. La idea era aprovechar al máximo la capacidad de la refinería de Tula, mejorarla y atender el mercado del centro del país.
A una decisión tomada con criterios técnicos se le vino encima una política, en ese entonces se analizó Tabasco, un sitio similar al que hoy alberga lo que sea que estén haciendo en Dos Bocas y en ese entonces se descartó por las mismas razones que hoy se comprueban, lejos de los sitios de consumo, se inunda fácilmente y los sobrecostos hacían inviable el proyecto, al final, la Bicentenario era una ampliación de la de Tula, aunque no lo reconocieron, similar a lo que Shell hizo en Port Arthur, Texas.
Se compraron los terrenos, el gobernador de Hidalgo de ese entonces, Miguel Ángerl Osorio Chong pagó 700 hectáreas en los ejidos de Tula y Atitalaquia, se bardearon y prepararon, en todo ese proceso se gastaron unos 650 millones de dólares, pero con el cambio de sexenio la decisión cambió.
Luis Videgaray, secretario de Hacienda, ortodoxo de la economía, enfrentó a Osorio Chong, secretario de Gobernación; y canceló la obra, es más barato importar petrolíferos que desarrollar una industria; el agarrón entre ambos secretarios fue a morir. Así, la barda de Calderón en realidad es la de Enrique Peña Nieto o mejor dicho es la barda Videgaray.
Y como en los planes estaba la reforma energética, que era abrir todo el espectro de hidrocarburos, pues si alguien quería hacer su propia minirefinería y comprar petróleo a Pemex o importarlo lo podría hacer, esa era la meta, tener unas seis mini refinerías privadas y de alta eficiencia, con petróleo importado o nacional.
La Bicentenario lo retoma el presidente López Obrador para Tabasco, un sitio que no soportó las primera pruebas de Reyes Heroles y se puso a hacer Dos Bocas ahora llamada Olmeca, con un costo, a saber, de 22 mil millones de dólares y no tiene ducto paras sacar el producto, herradura de tren, está desconectada de su logística.
El plan de Pemex con la 4T desde el principio fue que estaría funcionando para las fiestas patrias del 2024, pero la insistencia política, la urgencia de tener una narrativa ganadora, los obligó a hacer inauguraciones falsas: 2 de julio del 2022, fin de la obra civil, junio del 2023 inicio de pruebas y ahora junio de 2024 primeras cargas comerciales, pero en Tabasco saben que no podrán estar listos antes de septiembre y en una de esas hasta diciembre.
Buzos
1.-Pemex, a cargo de Octavio Romero, busca anotar un nuevo récord con la perforación de su pozo más profundo, el exploratorio Iklum, entre Tabasco y Veracruz, en las Cuencas del Sureste y Cinturón Plegado de Chiapas, y según presumen los ingenieros tiene una gran similitud con el yacimiento de Quesqui. Este nuevo pozo tiene un avance de más de 3 mil metros de perforación, pero alcanzará los 8 mil 400 metros, será el más profundo de la petrolera y contiene un recurso prospectivo de 82 mmpce. Además de sus recursos, posee un valor estratégico, pues en caso de que resulte productor abriría una nueva área de exploración cercana a la provincia Salina del Istmo.
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Por: Luis Carriles
Twitter: @luiscarrujos
Vía: El Listo Sol de México