Es imposible saber el comportamiento que seguirá el virus en los próximos días, afirma John Barry, experto mundial en el tema, pero no tiene dudas de que lo peor está por llegar. Una vez que ha trascendido el brote inmediato, puede decrecer o aumentar dependiendo de su naturaleza imponderable. Pero el investigador asegura que habrá un rebote que podría ser mortal en el lapso de alrededor de seis meses. El estudio de las cuatro epidemias de influenza padecidas en la era moderna (1889, 1918, 1957 y 1968 ) deja en claro que hay dos olas o etapas. Una primera, que ahora vivimos, que eventualmente habrá de menguar. Pero a medida que el virus se adapta al cuerpo humano y muta se hace resistente a los antivirales que actualmente lo contienen. Ese periodo puede tomar hasta seis meses.
El autor del libro, The Great Influenza, asegura que estamos en una carrera contra el tiempo: si no encontramos la vacuna en los próximos meses el mundo podría enfrentar una versión moderna de la peste bubónica