Una proteína producida en ciertos casos de artritis reumatoidea parece proteger contra el desarrollo de Alzheimer, descubrieron investigadores en Estados Unidos.
Los resultados del estudio llevado a cabo con ratones mostraron que los animales que sufrían pérdida de memoria y que recibieron la proteína obtuvieron mejores resultados en las pruebas.
Tal como señalan los científicos en Journal of Alzheimer´s Disease (Revista de la Enfermedad de Alzheimer) es probable que este compuesto, llamado GM-CSF, estimule a las células “depuradoras” naturales del organismo a atacar y retirar los depósitos de placas amiloides que se forman en el cerebro con Alzheimer.
Una versión sintética de esta proteína, llamada GM-CSF, ya se utiliza como tratamiento para cáncer.
Según los investigadores de la Universidad de Florida del Sur, la gente que padece artritirs reumatoidea -una enfermedad crónica que provoca inflamación en las articulaciones y tejidos circundantes- tiene menos probabilidades de desarrollar Alzheimer que quienes no la sufren.
Se pensaba que los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINES) que se usan para artritis podrían ayudar a evitar la aparición y progresión de Alzheimer, pero estudios recientes con AINES han mostrado que éstos no son beneficiosos con pacientes con Alzheimer.
Se sabe que en los pacientes con artritis reumatoidea el sistema inmune se vuelve “hiperactivo” y produce proteínas de ataque, incluidas las GM-CSF.
En el estudio los científicos modificaron genéticamente a ratones para que sufrieran problemas de memoria similares a los que se ven con la enfermedad de Alzheimer.
Posteriormente suministraron a los animales -tanto a los enfermos como a un grupo de animales sanos- la proteína. Y otro grupo de animales recibió un placebo.
Al final del estudio de 20 días, los ratones con Alzheimer que recibieron la proteína mostraron mejores resultados en pruebas de memoria y aprendizaje y tuvieron un redimiento similar a los ratones de la misma edad que estaban sanos.
Los ratones con Alzheimer que recibieron el placebo mostraron resultados muy malos en sus pruebas.
Los científicos creen que la proteína podría atraer a un grupo de células, llamadas microglías, que se encuentran en el abastecimiento periférico de sangre que rodea al cerebro y son capaces de atacar y retirar las características placas que se forman en la gente que sufre Alzheimer.
Las microglías son los “recogedores de basura” naturales del organismo que se encargan de ir a las zonas dañadas o inflamadas para deshacerse de las sustancias tóxicas.
Los cerebros de los ratones con Alzheimer tratados con la GM-CSF mostraron una reducción de más de 50% en el beta amiloide, el compuesto que forma las placas del Alzheimer.
Los científicos también observaron un aparente aumento en las conexiones neuronales en los cerebros de esos ratones, las cuales, dicen, podrían ser la razón por la cual ocurrió una reversión en la pérdida de memoria.
El doctor Huntington Potter, quien dirigió el estudio, afirma que “nuestros resultados ofrecen una explicación convincente de por qué la artritis reumatoidea es un factor de riesgo negativo para la enfermedad de Alzheimer”.
Una versión artificial de la proteína GM-CSF, un fármaco llamado Leukine, ya fue aprobado por la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) de Estados Unidos y está siendo utilizada para tratar a pacientes con cáncer que necesitan generar más células inmunes.
Según el doctor Potter, “nuestro estudio, junto con el registro de seguridad del fármaco, sugieren que el Leukine podría ser probado en humanos como un tratamiento potencial para la enfermedad de Alzheimer”.
Por su parte el doctor Simon Ridley, jefe de investigación de la organización británica Alzheimer Research Trust, afirma que “los resultados positivos en ratones pueden ser un importante primer paso para cualquier nuevo tratamiento y es alentador que el equipo ya está planeando la siguiente etapa en los ensayos clínicos con humanos”.
“Cuando finalicen los ensayos clínicos de la GM-CSF sabremos si ésta podrá ayudar a los pacientes con Alzheimer”, agrega el científico