La crónica literaria cada vez gana más protagonismo: Juan Villoro. El escritor y periodista mexicano Juan Villoro (Ciudad de México, 1956) aseguró, desde su perspectiva de autor maduro y lector consumado, que la crónica literaria cada vez ha ido ganando más protagonismo en el mundo. “Pensemos tan sólo que el más reciente Premio Nobel de Literatura (2015) lo ganó Svetlana Aleksiévich (Ucrania, Unión Soviética, 1948), quien se ha destacado como cronista extraordinaria”.
En entrevista con Notimex, quien fuera el agregado cultural de México en Berlín Oriental, en la entonces República Democrática Alemana, de 1981 a 1984, recordó que otro ejemplo cercano es Elena Poniatowska (París, Francia, 1932) escritora, activista política y periodista mexicana, quien en 2013 conquistó el Premio Cervantes, y cuya obra incluye, de manera notoria, sus incursiones en la crónica.
El entrevistado también cultiva con éxito la crónica y el periodismo literario, como ha quedado demostrado en “Tiempo transcurrido” (Crónicas imaginarias), 1986; “Palmeras de la brisa rápida: Un viaje a Yucatán”, 1989; “Los once de la tribu, crónicas de rock, fútbol, arte y más…”, 1995; “Safari accidental”, 2005; “Dios es redondo, ensayos y crónicas sobre fútbol”, 2006, y “Vida y muerte de Diego Armando Maradona”, 2012.
Quien ha sido catedrático y profesor invitado en prestigiadas universidades como Yale, la Autónoma de Madrid, Pompeu Fabra de Barcelona y Princeton, enfatizó lo anterior en el Centro Cultural Horizontal de esta capital, recinto donde minutos después presentó y comentó el libro “Los ángeles de Lupe Pintor”, de Alberto Salcedo Ramos (Barranquilla, Colombia, 1963).
Antes, el entrevistado externó su opinión sobre el mencionado escritor.
En su particular opinión, Alberto Salcedo Ramos es un maestro de la crónica, apasionado de las historias de grandes mitos derrotados de la cultura popular, boxeadores y cantantes, y en ese sentido, dijo, su ejecutoria en la crónica es una exploración del sentimentalismo y de los valores latinoamericanos.
“Su libro que nos ocupa ahora contiene sus crónicas de lugares y gente de América Latina, como el ex futbolista uruguayo Darío Silva (1972)”.
Recordó que el libro versa sobre el pugilista mexicano Lupe Pintor (José Guadalupe Pintor Guzmán, quien llegó a ser campeón de peso gallo y peso supergallo, nacido el 13 de abril de 1960 en la Delegación Cuajimalpa de la Ciudad de México, por eso, algunos seguidores le dieron el sobrenombre de “El grillo de Cuajimalpa”) y de figuras de la música popular colombiana. “Es un retrato de lo que somos los latinoamericanos”, acotó.
Villoro: “También hay crónicas duras de algo que compartimos con Colombia, que es la violencia. Hay crónicas de una masacre, una relacionada con mutilados, de un boxeador que se volvió paramilitar, y las guerrillas. El libro nos lleva a los abismos de la violencia latinoamericana, pero también, a la capacidad de soñar y refutar la realidad a través de las mitologías de la cultura popular, ya sea la del box, la del fútbol, o de la canción popular”.
Villoro es autor de las novelas, “El disparo de argón”, 1991; “Materia dispuesta”, 1997; “El testigo”, 2004; Llamadas de Amsterdam”, 2007, y “Arrecife”, 2012, y de los libros de cuentos “La noche navegable”, 1980; “Albercas”, 1985; “La alcoba dormida”, 1992; “La casa pierde”, 1999; “Los culpables”, 2007, y “Forward: Kioto”, 2010, entre otros, las cuales le han granjeado varios reconocimientos dentro y fuera de la República mexicana.
En literatura infantil y juvenil publicó “Las golosinas secretas”, 1985, “El profesor Zíper y la fabulosa guitarra eléctrica”, 1992, “Autopista sanguijuela”, 1998; “El té de tornillo del profesor Zíper”, 2000; “Cazadores de croquetas”, 2007; “El libro salvaje”, 2008; “El taxi de los peluches”, 2008, y “La gota gorda”, 2010. Es autor de las obras de teatro “Muerte parcial”, 2008; “El filósofo declara”, 2010 y “Conferencia sobre la lluvia” 2013.
Ha obtenido el Premio Cuauhtémoc de traducción, 1988; el Xavier Villaurrutia, 1999; el Mazatlán, 2001; Herralde, 2004; Internacional de Periodismo Vázquez Montalbán, 2006; el Antonin Artaud en México, 2008; el Ciudat de Barcelona, 2009; Internacional de Periodismo Rey de España, 2010, y el Iberoamericano de Letras, 2012, entre otros.