La picardía, el humor y la alegría de los nicaragüenses en sus expresiones cotidianas y culturales forman parte de la música de “La Cuneta Son Machín”, cuyo disco “Mondongo” fue nominado a Mejor Álbum de Rock Urbano o Alternativo del Grammy Latino.
Por primera vez una banda nicaragüense es nominada al Grammy Latino, junto a reconocidos artistas latinoamericanos como los colombianos Bomba Estéreo y Monsieur Periné, la mexicana Natalia Lafourcade y Pitbull, de origen cubano.
La premiación esta prevista el 15 de febrero en Los Ángeles.
“Mondongo”, nombre tomado de la gastronomía, fue producido en Estados Unidos con una mezcla de cumbia, rock y folclore y cuenta situaciones de la cotidianidad de los nicaragüenses.
Además de “Mondongo”, entre las canciones destacan “El Chicunguña” y “El Temblorcito”, en alusión a la lucha contra la enfermedad y la actividad sísmica en Nicaragua, respectivamente.
Otras canciones reflejan las realidades urbanas y la idiosincrasia nicaragüense como “El taxista”, “Patebolsa” y “El Piruquita”.
“Es una gran alegría estar en esta premiación. La noticia (de la nominación) nos tomó por sorpresa, pero también nos obliga a tener mayor responsabilidad con nuestro trabajo porque habrá más exigencia del público en el sentido profesional, artístico y creativo”, dijo a la AFP el vocalista del grupo, Carlos Guillén, alias Frijol.
El nombre del grupo es una parodia a la banda de los años 1980 Miami Sound Machine, pero que “los nicaragüenses de manera ‘jinchita’ [ordinario, NDRL] lo pronunciamos como ‘son machín'”, contó.
“Nosotros somos como la máquina del sonido de la cuneta [sonido de la calle, NDRL] e intentamos reproducir todo aquello que ocurre en la calle”, explicó el bajista Augusto Mejía.
Actualmente con seis integrantes, la banda surgió en 2009 con solo tres músicos en busca de divertirse, hasta que se convirtió en uno de los grupos más populares de Nicaragua con música alegre y bulliciosa conocida popularmente como chinamera.
La chinamera se utiliza para animar fiestas patronales con ritmos tradicionales como la cumbia, sones de toro y del folclore como la mazurca y el son nica.
Además de armar un gran alboroto en sus conciertos, la forma de vestir de los “cuneteros”, como les llama la gente, es irreverente: camisola, pantalón corto, gorra, sandalias y sin calcetines, porque “así es la esencia y el espíritu de la calle”, dice César Rodríguez.
“Hemos tenido suerte. Nadie es profeta en su tierra, pero a nosotros siempre nos ha apoyado la gente y se identifica con nuestra música”, acotó Guillén.