Aunque es común que Renée Zellweger sorprenda con sus cambios de apariencia física, sobre todo, en cuestiones de peso; anoche la actriz texana de 45 años se presentó irreconocible a los premios Elle, en Los Ángeles, con un rostro totalmente diferente.
La que fuera protagonista de El Diario de Bridget Jones, donde encarnaba a una solterona tendente a la obesidad y desafortunada en el amor, apareció muy delgada a la cena celebrada en el hotel Four Seasons, pero también con unas facciones distintas, al grado que ya se especula una operación de cirugía plástica estética que la convirtieron en otra persona.
Incluso todo indica que se retocó las mejillas, los párpados y la nariz, además de haberse aplicado un tratamiento de bótox.