La diabetes es la principal causa de ceguera y amputaciones. La diabetes se convirtió en la primera causa de muerte, discapacidad por ceguera y amputaciones no traumáticas en México, pese a ello, la mitad de las personas que padecen la enfermedad viven sin saberlo, aseguró el especialista Carlos Aguilar Salinas.
Se estima que por cada persona con diabetes existen dos prediabéticos, indicó el médico del Departamento de Endocrinología y Metabolismo del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (NCMNSZ).
La diabetes se desarrolla a través de los años y se llega a germinar desde los primeros meses de vida dentro del vientre materno, explicó Aguilar Salinas, de acuerdo con un comunicado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Quienes la desarrollan, en general, son producto de embarazos complicados con diabetes gestacional o que sufrieron enfermedades crónicas u otras que alteraron su nutrición en el útero o durante los primeros años de vida”, mencionó el endocrinólogo.
“Al concluir la etapa de crecimiento, los individuos acumulan rápidamente masa en la región abdominal y en la segunda década de vida pueden tener bajos niveles de colesterol HDL (lipoproteína de alta densidad, popularmente denominado ‘bueno’) y valores altos de triglicéridos poco después, luego desarrollan hipertensión arterial e intolerancia a la glucosa”, agregó.
El médico recomendó que la prevención se dé antes del diagnóstico, además, por medio de una valoración médica completa los afectados podrán retrasar el padecimiento y así enfocarse en la disminución de las complicaciones crónicas.
Aguilar Salinas expuso que en promedio 70 por ciento de los individuos con obesidad padecen enfermedades metabólicas, que en un futuro les podrían traer afecciones cardiovasculares o diabetes.
En México 60 por ciento de la población adulta registra bajos niveles de colesterol HDL, a su vez, 43 por ciento de este grupo tienen colesterolemia por arriba de 200 ml/l.
“El aumento la diabetes se debe a múltiples factores, en especial de índole social, como los cambios urbanos y el acceso a alimentos ricos en azúcares y grasas saturadas, así como la exposición al tabaco, entre otros”, señaló el médico.
El especialista en endocrinología aseveró que para hacer frente a esta epidemia y disminuir su incidencia es necesario identificar a tiempo a la población susceptible y ofrecer alternativas para sobrellevarla.
“El tratamiento no puede centrarse sólo en la glucosa, se requiere un abordaje integral que tiene por objetivo alcanzar metas, empoderar al individuo y cambiar las conductas del paciente y de la familia”, puntualizó Aguilar Salinas.
“Si tenemos un estado de vida saludable y los médicos nos tomáramos el tiempo de hablar con los pacientes, de entender sus necesidades, ponernos en sus zapatos y ofrecerles soluciones viables, el panorama sería diferente”, aseguró.