Aunque las autoridades de salud de EE.UU. han asegurado que comer carne de cerdo es seguro, la compañía Smithfield Food, la procesadora de cerdos más grande del mundo, reportó una reducción significativa del consumo de esta carne por el brote de gripe A.
David Pope, presidente de Smithfield Food, con plantas en las Carolinas y filiales en diferentes partes del mundo, dijo el martes que el consumo general de cerdos bajó un 26 por ciento la semana pasada y el precio se redujo un diez por ciento.
El Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA, por su sigla en inglés) y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) emitieron un comunicado la semana pasada en el que reiteraron a los consumidores que comer carne de cerdo no es peligroso.
“Este es un caso de una identidad equivocada”, afirmó Pope, refiriéndose a que en un principio se llamó al virus AH1N1 “gripe porcina”, lo que causó confusión entre los consumidores de que la enfermedad se adquiría al consumir carne de cerdo.
CDC aclaró que el virus no se transmite por comida sino por contacto con humanos.
También señaló que el inicio del brote del virus fue conectado a una filial de la empresa en el pueblo La Gloria (México), en el estado norteño de Veracruz, donde después se concluyó que ninguno de los porcinos estaba infectado con el virus.
La carne de cerdo es “segura, nuestros cerdos son seguros, al igual que nuestros trabajadores”, reafirmó Pope.
La Asociación Nacional de Productores de Puercos calculó que diariamente la industria porcina está perdiendo 7,2 millones de dólares.
Smithfield redujo la producción en sus plantas localizadas en el medio este del país, donde se consume la mayor cantidad de productos porcinos a raíz de la crisis que está pasando la industria.
Sin embargo, Pope se muestra “optimista” y predice que el consumo de carne de cerdo volverá a aumentar en las próximas semanas en la medida que el brote del virus comience a ceder