La infanta Cristina testifica. La infanta Cristina de España tomó el estrado el jueves para testificar en un caso de malversación de fondos y fraude fiscal que financió el lujoso estilo de vida de ella y su esposo, pero invocó su derecho de responder preguntas hechas sólo por su abogado.
Cristina se sentó silenciosamente ante un panel de tres jueces primero escuchando preguntas hechas por un abogado del grupo que presentó los cargos en su contra, luego de que su esposo Iñaki Urdangarin concluyera tres días de testimonios.
El caso se centra en la acusación de que Urdangarin empleó su antiguo título de duque de Palma para malversar cerca de 6 millones de euros (6,6 millones de dólares) en contratos públicos logrados por el instituto para eventos deportivos entre 2004 y 2007. Diecisiete personas están acusadas en el proceso, incluidos Urdangarin y Cristina.
Cristina se enfrenta a dos cargos de fraude fiscal y por cada uno podría recibir una pena máxima de cuatro años en prisión. Cristina es la hermana del rey Felipe VI, quien subió al trono en el 2014 cuando su padre abdicó. Ella es el primer miembro de la familia real española en enfrentarse a cargos criminales desde que se restauró la monarquía en 1975.
Sin embargo, los fiscales recomendaron no acusarla y dijeron que podría recibir una multa administrativa a lo mucho.
Pero bajo la ley española, grupos como la organización Manos Limpias involucrados en el juicio de Cristina, pueden buscar cargos criminales una vez que las autoridades fallan en contra de los acusados.
Se espera que el abogado de Cristina la cuestione después de que el abogado de Manos Limpias termine de leer una larga lista de preguntas.
Urdangarin fue interrogado más temprano el jueves y no pudo explicar ante el tribunal por qué gastos personales como un safari o vino para él y su esposa fueron abonados con la tarjeta de crédito de la empresa de la que ambos eran titulares.
Pero el exmedallista olímpico de balonmano convertido en empresario, insistió que nunca fue consciente de estar haciendo algo cuestionable.
Urdangarin dijo que su esposa nunca utilizó la tarjera de crédito de la consultora inmobiliaria Aizoon propiedad de la pareja. Además agregó que presentó las facturas a su secretario para que fueran abonadas por la compañía, que según documentos judiciales era una “empresa pantalla”.
El juez instructor dijo que la pareja nunca presentó como gastos personales las facturas enviadas a la empresa, pero Urdangarin declaró que confió en el consejo de asesores para decidir qué gastos debían ser abonados por Aizoon.
“Nunca he sido consciente de cometer ningún delito fiscal porque tenía asesores que me decían que todo era correcto”, dijo Urdangarin al tribunal.
La pareja disfrutó de un lujoso estilo de vida desde su mansión en Barcelona, que se han visto obligados a vender tras el inicio del proceso. Entre los gastos cargados a Aizoon detallados en el juicio había 15.797 euros (17.174 dólares) para un safari en África; 6.672 euros de un curso de desarrollo profesional para Cristina y 1.357 euros en vino.
Urdangarin dijo que hizo a Cristina codirectora de Aizoon porque quería que formase parte de su nuevo proyecto, pero insistió en que “ella nunca tuvo nada que ver con las actividades de la empresa”.
Expertos legales dijo que la defensa de Cristina de Borbón se basará en alegar que no conocía las actividades empresariales de su marido.
Urdangarin, que podría pasar hasta 19 años en la cárcel, dijo el miércoles que los asesores de la Casa Real que trabajaban para el rey Juan Carlos I supervisaron sus declaraciones fiscales y tenían conocimiento de sus negocios.