La situación es que el tráiler de la película “La inocencia de los musulmanes” ha venido a encender ánimos que siempre han estado latentes y se activan ante cualquier cuestión flamígera de parte del mundo occidental.
Lo primero que vimos es que en Libia, un grupo de musulmanes atacó la embajada de Estados Unidos, matando al embajador y dos diplomáticos más, para que más tarde viéramos que la organización terrorista Al Qaeda dijera que efectivamente fueron ellos quienes orquestaron el atentado.
Pakistán, Yemen y una decena más de países han tenido manifestaciones que los gobiernos de dichos países han tenido que someter con el uso de la fuerza pública ya que ponen en riesgo las representaciones diplomáticas no solo de Estados Unidos sino de otras naciones.
¿Qué ocurre?
Que los líderes musulmanes señalan al tráiler de la película “La inocencia de los musulmanes” como un insulto para la religión, en Pakistán un ministro ofreció una recompensa de 100 mil dólares para quien mate al realizador de este filme.
Hemos llegado a niveles de intolerancia en el mundo, dignos de querer que matar a alguien solo por pensar diferente a nosotros, algo que simplemente no puede ser, pero hay que reconocer que también esta película está dirigida a crear polémica y puede ser considerada como fuerte y critica a las bases del islam.
¿Quién tiene la culpa?
El mundo mismo, ya que en aras de respetar la libertad de expresión, se ha permitido que se difunda casi cualquier contenido sin importar si afecta a algún grupo político, religioso o social y que si bien no hay razón para que se desborde la violencia, tampoco hay una actitud crítica para quienes difunden este tipo de contenidos ya sea por internet.
El mundo mismo debe entender de que la libertad de expresión es un valor humano, contenido en la declaración universal de los Derechos Humanos de mediados del siglo anterior, pero también que minorías que se sientan agraviadas, pueden tener voz y voto para solicitar si bien no castigo, un calificación o sanción para quienes de manera premeditada busquen ser incendiarios con su contenido.
Viendo solamente el tráiler de la película “La inocencia de los musulmanes” vemos que la polémica fue creada adrede para denostar el islamismo mundial y que esto se refleje en las taquillas ante el morbo de una sociedad que parece dormida por los medios de comunicación ya que no analiza el contenido que consume.