La librería El Último Encuentro se esconde al fondo de un patio, tras el timbre B de un portón en La Castañeda 17, en Mixcoac, pero no por ello pretende mantenerse en secreto.
“El tema de estar ocultos, la verdad, fue algo que nos impuso el espacio. Igual nos pudieron haber dicho de un local increíble a pie de calle y, si nos hubiera gustado, lo hubiéramos tomado. Se dio aquí y como puedes ver, hay que andar unos metros para llegar de la puerta a la librería”, platica Emilio Sánchez.
En entrevista con Crónica, los fundadores, Evelio Rojas y Emilio Sánchez hablan sobre el origen de esta iniciativa que junta centro cultural y librería de culto, así como un concepto underground.
“No estamos peleados con la idea de estar en un lugar diferente, tampoco queremos hacer la librería inaccesible. Hemos jugado con esas reglas del juego, que son las que con las que nos topamos al arranque este y tratamos de sacarle jugo a estar ocultos”, explica Emilio, respecto de la atmósfera de secrecía alrededor del lugar.
Los creadores de este espacio consideran que la Librería se inscribe en un círculo de iniciativas similares en la CDMX, “que no son Gandhi o El Péndulo, estos grandes que a veces ya parecen supermercados”.
“Hay muchas iniciativas y creo que todas son valiosas, tienen su nicho y apelan a explorar distintos ecosistemas del libro. Siento que formamos parte de ese grupo, pero también creo que somos un poquito diferentes. Aquí no vas a encontrar el último libro de Sexto Piso”, agrega Emilio.