El Museo del Prado presentó hoy la exposición “Rogier van del Weyden”, que reúne por primera vez la obra firmada por el pintor flamenco del siglo XV, y que coincide con la restauración de su cuadro “El Calvario”.
La muestra de Van der Weyden reúne del 24 de marzo al 28 de junio una veintena de obras del artista nacido en la ciudad francófona de Tournai en 1399 y murió en Bruselas en 1464, al que se le atribuyen otras obras que no firmó y cuya escuela e influencia se trasladó a pintores de otros lugares.
En rueda de prensa, el director del Museo del Prado, Miguel Zugaza; la directora de Patrimonio Nacional, Alicia Pastor; la directora de la Fundación de Amigos del Museo, Nuria de Miguel; y el presidente de la Fundación Iberdrola, Manuel Marín, presentaron la exposición.
Van der Weyden fue considerado uno de los grandes pintores de su tiempo, y su obra se encuentra repartida en distintos países, como la obra “El Calvario” pintada entre 1456 y 1460 para la cartuja de Scheut (Bruselas) y que en 1509 llegó a Burgos y en 1574 pasó al Monasterio de El Escorial (Madrid).
La pieza, en custodia de Patrimonio Nacional de España, y considerada la última gran obra del pintor, fue recuperada en las últimas semanas por los equipos de restauración de esa institución y del Museo del Prado, que trabajaron para dejarla en su punto original.
Según los técnicos del museo madrileño, el cuadro compuesto de 14 paneles de madera del siglo XV estaba deteriorado, además que en 1920 se cayó y perdió trozos de pintura que incluso una intervención en 1947 no recuperó del todo.
La obra se muestra junto a otras de Van der Weyden, como el “Tríptico de Miraflores”, de antes de 1445, del Museo Staatliche de Berlín; el “Tríptico de los siete sacramentos”, del 1450, del Museo Koninklijk, de Amberes.
Asimismo, se suman las obras que están en España como “El descendimiento”, de 1443; o “La virgen con el niño, llamada la Madonna Durán”, de 1435-1438.
Además, se unen obras del taller del pintor flamenco como “La piedad” de 1440 a 1450; “Isabel de Portugal, duquesa de Borgoña”, o “Los episodios de la historia de Jefté”, de 1450-1460.
La exposición muestra también cómo al artista le gustaba trabajar en escultura, lo que se reflejaba en sus formas trasladados después a los lienzos, o también en tapices.
Otras obras de la influencia del pintor que están en esta exposición son los “Dibujos para el sepulcro de Alfonso de Velasco y para la capilla de Santa Ana en la Iglesia de Guadalupe”, de Egas Cueman, de 1460, del Real Monasterio de Guadalupe.
También la pieza “Retrato de un hombre robusto”, de Robert Campin, 1435, perteneciente al Museo Thyssen de Madrid.