La Unión Europea (UE) cree que una pandemia de gripe AH1N1 es “muy probable”, aunque no causaría necesariamente un nivel elevado de mortandad, dijo hoy la comisaria europea de Sanidad, Androulla Vassiliou.
“Una pandemia… es muy probable”, afirmó Vassiliou tras una reunión extraordinaria de ministros de Sanidad de la UE, pero recalcó que ese término se refiere a la extensión de un virus nuevo por todo el mundo y “no tiene por qué causar un número elevado de muertos”.
La comisaria insistió en que los casos confirmados hasta ahora en Europa “han sido leves y responden al tratamiento médico”, por lo que volvió a resaltar que “no hay necesidad de caer en el pánico”.
Un experto del Centro de Prevención y Control de las Enfermedades de la UE (ECDC), Angus Nicoll, dijo hoy en Estocolmo que entre el 40 y el 50% de la población europea podría padecer “probablemente” el virus, aunque la mayoría “de forma moderada”.
Preguntada sobre este cálculo, Vassiliou declaró que no tenía información sobre cómo había sido hecho, pero sí recalcó que no se espera que el virus sea mortal en la mayoría de los casos. “Hay muchas especulaciones y es peligroso comentar las especulaciones”, remarcó.
La ministra española de Sanidad, Trinidad Jiménez, restó importancia a esas previsiones y dijo que en la reunión “no se especuló sobre cómo puede afectar la enfermedad en términos cuantitativos”, ya que “todavía es impredecible saber cómo va a evolucionar”. La comisaria europea de Sanidad recordó que la gripe estacional causa la muerte de unas 250.000 personas al año en todo el mundo (40.000 de ellos en Europa, según el ECDC).
Este Consejo de Ministros extraordinario se celebró mientras son ya siete los países de la UE con casos confirmados (tras los anuncios de hoy por parte de Holanda e Irlanda) o probables (Francia), además de los ya conocidos en España, Reino Unido, Alemania y Austria. Los ministros descartaron por ahora la posibilidad de suspender los vuelos hacia México, el país más afectado por el brote, a pesar de un nuevo intento de Francia, promotora de la idea.
Sin embargo, la Presidencia checa de turno de la UE, la Comisión Europea y un grupo de países -entre ellos España- se opusieron a la idea, al considerar que no tendría sentido desde el punto de vista práctico.
“Francia habría querido que se aprobaran, si fuera necesario, medidas de suspensión de vuelos”, dijo la ministra francesa Roselyne Bachelot, quien admitió que varios países “no estaban dispuestos en la situación actual a que se aprobaran medidas inmediatamente” sobre esta cuestión.
Jiménez recalcó que España y otros países mostraron “con total rotundidad su oposición a esta medida”. En su lugar, la UE decidió tomar “todas las medidas apropiadas” para proteger a la población, incluyendo recomendaciones sobre viajes “si fuera necesario” ante el avance del virus de la gripe AH1N1 y “teniendo en cuenta la evolución de la situación”, según el texto acordado.
El Consejo de Ministros acordó cooperar con la industria farmacéutica para lograr una nueva vacuna “en el plazo más corto posible”, aplicar la definición común para identificar los casos de gripe AH1N1, y continuar el intercambio de información sobre la evolución del brote. “Las autoridades de la UE se plantean dar todo el apoyo necesario a las farmacéuticas, incluido el financiero”, para el desarrollo de la nueva vacuna, explicó la responsable española.
Los ministros se mostraron dispuestos a compartir sus existencias nacionales de antivirales en caso de que algún país comunitario tenga “necesidad” de ello ante un fuerte aumento de los casos, explicó la comisaria de Sanidad.
La UE mostró también su solidaridad con los países más afectados, especialmente México, y dijo que estudiará los modos de ofrecerles asistencia para luchar contra este brote epidémico