Rodrigo â??Dr. Nieblaâ? Castañeda
Desde hace ya algunos meses el Stop Online Piracy Act (SOPA), el equivalente gringo y â??fascista plusâ? de lo que es el ACTA, ha sido motivo de protestas no solo por los usuarios de la red, sino por varias compañÃas que ven en la libertad de expresión un importante valor de la vida.
Los Estados Unidos, me atrevo a especular, buscan pasar la SOPA, más que para proteger los derechos de autor, como una forma de controlar la información que circula en la red, en especial después de la guerra que ha desatado en contra de Julian Assange, que ha puesto en jaque, en más de una ocasión, al gobierno estadounidense.
Y esto no es algo nuevo, o algo que nos agarre por sorpresa. Hideo Kojima, en la segunda entrega de Metal Gear Solid, para Playstation 2, Sons of Libery, ya nos hablaba de un plan secreto, creado por el grupo fantasma, â??The Patriotsâ?, para controlar y censurar toda la información que aparecÃa en Internet. En la vida real no son los Patriots los que buscan controlar la información, pero sà los gobiernos. Para muestra basta con ver cómo China ha desaparecido toda la información que tenga que ver con la plaza e Tianâ??anmen en su territorio.
El caso es que SOPA es mucho más que solo un acto para evitar la piraterÃa en lÃnea, porque siendo sinceros, lo que proponen no detendrÃa a los verdaderos piratas, aquellos que lucran con dicha actividad.
Pero a partir de la premisa anterior no resulta tampoco increÃble que los principales impulsores de la ley sean las compañÃas cinematográficas, las de música, y por supuesto la Entertainment Software Association (ESA).
La ESA gastó alrededor de $190,000 dólares en cabildeo a favor del Protect IP Act (PIPA) que es uno de los actos que van de la mano con SOPA. La paradoja se presenta en el momento en que la mayorÃa de las empresas que se dedican a la creación de software de entretenimiento â??léase videojuegosâ??, y que forman parte de la ESA, se han declarado en contra de SOPA/PIPA.
¿Cómo es esto posible? Fácil, los intereses de la ESA son netamente monetarios, es decir, que solo le importa lo que pueda ganar en dinero, y no lo que los usuarios de software de entretenimiento, e incluso las empresas que forman parte de ella, tengan que decir, hacer o preocuparse.
Y esto es, desde mi punto de vista, lo que resume leyes como SOPA/PIPA o ACTA, el afán de algunos grupos de garantizar que van a ganar dinero de manera descarada a costa de sus consumidores. Es decir, mientras ellos sangren cada vez más a quienes les compran, no importa que los traten como delincuentes.
¿Qué es lo que se necesita? Más que leyes paternalistas como SOPA o ACTA, lo que se requiere para contrarrestar la piraterÃa son empresas competitivas, que sacrifiquen un poco los obscenos márgenes de ganancia que hacen, a costillas de los consumidores y de sus propios artistas, y den mejores precios; estoy seguro de que seguirán ganando cantidades exorbitantes de dinero y le restarán importancia a la piraterÃa.
Pero hasta que la mentalidad de las compañÃas discográficas, cinematográficas y la ESA no cambie, los usuarios seguiremos siendo perseguidos, aún cuando no veamos un peso derivado de la piraterÃa, mientras que los verdaderos piratas, los que lucran con esta práctica, seguirán ganando mercado, apoyo y dinero. Y todos, industria y consumidores, vamos a acabar perdiendo.
@drniebla