Hasta el momento vamos bastante bien en cuanto a temas específicos que han sido tocados por parte del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, como puntos importantes de su reforma hacendaria pero toquemos una gran mentira.
De acuerdo al gobierno federal y en apoyo a la salud de los mexicanos habrá un impuesto a las bebidas azucaradas, con el propósito de desincentivar su consumo y, con ello, reducir los índices de obesidad, especialmente en los niños.
Los cigarros en el mercado mexicano están más o menos con impuestos superiores al 100 por ciento de su valor y por lo que se sabe, ni las leyes ni los impuestos excesivos, han ayudado a que la gente fume menos, por ello mismo este punto al impuesto de a las bebidas azucaradas simplemente es absurdo.
El motivo que tiene sobre la salud, es algo absurdo, pero si nos vamos al sentido recaudatorio del impuesto a las bebidas azucaradas como refrescos y jugos procesados, permítame decirle que es un impuesto muy interesante ya que México es el país que ingiere más refrescos en el mundo y eso se traducirá en recursos, aunque Enrique Peña Nieto diga que en su reforma hacendaria hay valores sociales, en este caso sea por la cantidad de dinero que se recoja o por en verdad reducir su consumo y reducir el gasto social de parte del gobierno en servicios de salud por enfermedades derivadas del sobrepeso o la diabetes, es un ganar.
Tenemos la reforma hacendaria y antes de que sea iniciado el debate como tal en el congreso de la unión rumbo a su aprobación, el presidente Enrique Peña Nieto esta por la reforma hacendaria, bajo la lupa.
Veamos que dicen los mercados mundiales.