El viernes pasado, mientras doña Teresa esperaba formada afuera del salón de clases del kínder de sus nietos para recogerlos, a tan sólo 200 metros hubo una balacera contra una camioneta Hummer en la zona escolar que obligó a alumnos y padres de familia a arrojarse al piso para refugiarse, desatando una sicosis.
Este hecho no ocurrió en aquellas entidades que se tienen identificadas desde hace un sexenio por la violencia del crimen organizado, sucedió en Cuautitlán Izcalli a tan sólo 30 kilómetros de la Ciudad de México y en plena hora de salida de los niños: 12:55 de la tarde.
Que me dice de que los habitantes de este municipio del Estado de México, simplemente se suben al transporte público con la esperanza de no ser asaltados y ademas, buscando engañar a los criminales, escondiendo el celular caro y los billetes que porten, para dejar en la bolsa, cartera o monedero un celular comprado en un oxxo por 300 pesos y claro, unas monedas.
¿Le sorprende?
Cuautitlán Izcalli vive desde hace tiempo una inseguridad muy fuerte, de hecho mucho del territorio en el Estado de México pero que los medios de comunicación callan puesto que el presidente Enrique Peña Nieto proviene de ahí y el actual gobernador no puede decir o hacer mucho mas que pagar para que no sean publicas cuestiones así, ya que de merita su propio trabajo y el del anterior gobernador, el actual presidente.
La mejor de las suerte a los habitantes de Cuautitlán Izcalli, la necesitan.