La ONU reveló que al menos ocho millones de personas resultaron afectadas por el sismo en Nepal, de los cuales 1.3 millones de niños están en situación extremadamente vulnerable y 1.4 millones necesitan asistencia alimentaria urgente.
Así lo dieron a conocer en rueda de prensa conjunta en Ginebra los portavoces de agencias humanitarias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La Agencia de Coordinación Humanitaria (OCHA) señaló que al menos ocho millones de personas resultaron afectadas en la zona de Katmandú.
Según las estimaciones iniciales y el más reciente mapa de intensidad sísmica, ocho millones de personas residentes en 39 distritos se han visto afectadas, de las que dos millones viven en los 11 distritos más dañados.
El portavoz de OCHA, Jens Laerke, dijo que el aeropuerto está congestionado y que han tenido que regresar aviones debido al tráfico y la situación precaria que se vive en la zona afectada.
Anunció que la titular de OCHA, Valerie Amos, ha destinado 15 millones de dólares a través del Fondo Central para Emergencias (CERF) para permitir a las organizaciones de ayuda humanitaria ampliar rápidamente las operaciones y proporcionar asistencia inmediata a las personas en necesidad desesperada.
“Con el aumento del número de muertos y millones de personas afectadas, es una carrera contra el tiempo en el que las agencias humanitarias trabajan todo el día para llegar a las personas y las comunidades”, dijo Laerke.
Señaló que su oficina, en respuesta a la solicitud del gobierno, a partir de este martes estará a cargo de la coordinación y distribución de ayuda humanitaria para evitar una situación caótica en el aeropuerto y distribuir la ayuda de manera eficaz.
Varios equipos ya se encuentran en el terreno, “la estructura está ahí y está funcionando”, indicó.
Por su parte, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) informó que se organizan para llevar asistencia a 1.4 millones de personas “en necesidad urgente de alimento”.
La portavoz de PMA, Elisabeth Byrs, dijo que están preparados “para una operación masiva” que permitirá llevar asistencia alimentaria a los sobrevivientes durante tres meses.
De momento el PMA trata de llevar asistencia por vía terrestre, pero hay muchos caminos bloqueados o destruidos, por lo que empiezan a distribuir ayuda por vía aérea en Gorkha, uno de los distritos más afectados, refirió Byrs.
Al tomar la palabra, el portavoz del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Christophe Boulierac, subrayó que en este tipo de catástrofes los niños son los más vulnerables.
Las prioridades son ofrecerles tratamiento médico y psicológico, así como la construcción de refugios, ya que se acerca la época de los monzones, y posteriormente construir escuelas temporales para que los niños puedan regresar a estudiar lo más pronto posible.
Según el más reciente conteo más de cuatro mil 352 perdieron la vida por el terremoto que arrasó el sábado pasado el valle densamente poblado de Katmandú y provocó una mortal avalancha en el Everest.
Es el más grave sufrido en Nepal desde el registrado en 1934, cuando hubo unos ocho mil 500 muertos.
Finalmente, las agencias de la ONU coincidieron en destacar que este es el panorama “que se tiene por el momento” y que la evaluación cambiará conforme puedan llegar a zonas a las que todavía no se tiene acceso.
“Hay muchas villas fuera de Katmandú en las que antes del terremoto solían vivir de 30 a 50 mil habitantes y no se tiene ninguna información sobre ellos”, concluyó Byrs.