El dirigente nacional del PRD, Jesús Ortega Martínez, calificó como una “barbaridad” que se pretenda excluir a su partido del debate entre el PRI y PAN, por lo que amenazó con presentarse en cada una de las sedes donde se acuerde realizar este ejercicio, ya que por ningún motivo permitirá que se debata sin las ideas del sol azteca.
En rueda de prensa en el marco de una gira de trabajo por el estado de Hidalgo, advirtió: “No me van a excluir, yo voy a ir al debate”, no obstante que el líder nacional del PAN pidió que el debate sea sólo entre él y la líder nacional PRI, Beatriz Paredes.
Al respecto, Ortega Martínez consideró que esa actitud pone de manifiesto el temor priísta y panista por debatir con el PRD, aunque confió en que sus homólogos del PAN y PRI decidan ir a un debate abierto con otros dirigentes partidistas.
Además, recordó que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) “gobierna seis estados, 350 municipios, es segunda fuerza en la Cámara de Diputados y gobierna al 25 por ciento de la población, razón suficiente para estar en el debate”.
Más tarde, Ortega Martínez envió cartas a sus homólogos en las que señala el “espíritu autoritario” que manifiestan éstos al no incluir al partido en el debate
En la misiva dirigida al Partido Acción Nacional acusa a este instituto político que excluirlo sólo es “una manifestación de espíritus autoritarios y refleja el propósito de regresión a los viejos sistemas”.
A Beatriz Paredes le dice que le parece “inadmisible que por conflictos interpartidistas francamente inútiles, se intente impedir que el PRD exponga, debata y confronte sus ideas con los demás partidos políticos”.
En este sentido, solicitó a la presidenta nacional del PRI que “haciendo honor a su reiterado compromiso de pluralidad, no se preste a la maniobra política de exclusión hacia la izquierda, y menos que contribuya a lesionar el pluripartidismo que afortunadamente hemos conquistado en México”.
Además, “la idea de debatir exclusivamente PRI y PAN es en esencia antidemocrática y tiene el propósito de que el país retroceda hacia el viejo esquema absolutista, lo que significaría una regresión para México”, reiteró Jesús Ortega