Los estadounidenses comenzarán a votar el 1 de febrero en las primarias para elegir a los candidatos que se disputarán la presidencia en las elecciones de noviembre. Estos son los diez elementos clave que hay que saber de los comicios:
– El conjunto de precandidatos del partido Republicano, con una docena de aspirantes, es inusualmente grande. El hecho de que no lideren la manada candidatos respaldados por la clase dirigente, sino personas sin mayor trayectoria política como Donald Trump, alienta predicciones de que el partido podría sufrir divisiones.
– El éxito de Bernie Sanders ha sido toda una sorpresa, sobre todo porque el precandidato se autodefine como “socialista democrático” en un país donde el término “socialista” lo evitan como la plaga los políticos. Pero si bien su mensaje franco ha calado entre los demócratas jóvenes y liberales, su falta de experiencia en materia de política exterior puede restarle apoyo.
– Trump ha realizado la hazaña de liderar las encuestas pese a haber proferido polémicos comentarios que hubieran hundido a otros candidatos. Hasta sus adversarios admiten que ha sabido usar las redes sociales para mantener sobre sí los focos.
– Los republicanos esperaban evitar una dura batalla primaria que obligara a los candidatos a asumir posiciones muy conservadoras. Ahora, los analistas temen que la lucha se prolongue hasta la primavera (boreal) e incluso advierten de que puede no saberse el nombre del aspirante a la Casa Blanca hasta la convención del partido, en julio.
– Tanto republicanos como demócratas pueden terminar con candidatos presidenciales con altos porcentajes de rechazo. Según un reciente sondeo de NBC News/Wall Street Journal, casi la mitad de los votantes estadounidenses tienen una mala imagen de Hillary Clinton y 6 de cada 10 de Donald Trump.
– Un fallo del Tribunal Supremo en 2010 facilitó a grupos políticos independientes, conocidos como ‘SuperPAC’, recaudar y gastar enormes cantidades de dinero a favor de un candidato. Pero algunos candidatos, como el multimillonario Trump, pueden prescindir de donantes adinerados.
– Pese a la inesperada escalada de Sanders en las encuestas, Clinton sigue bien posicionada para convertirse en la primera mujer nominada por un partido como candidata presidencial. Y si gana en noviembre, podría hacer historia como la primera presidenta del país, en cuyo caso su esposo, el exmandatario Bill Clinton, estrenaría el papel de ‘Primer Caballero’.
– Históricamente, es muy difícil que un partido retenga el poder después de controlar la Casa Blanca durante dos mandatos, como han hecho los demócratas con Barack Obama. Por supuesto, hay excepciones, como cuando en 1988 ganó el republicano George H.W. Bush, tras ocho años de presidencia de su compañero de partido Ronald Reagan.
– El voto hispano podría ser clave. Tanto Ted Cruz como Marco Rubio tienen raíces cubanas, lo que sus seguidores esperan ayude a los republicanos a conquistar a votantes latinos tradicionalmente inclinados hacia los demócratas (el 70% de ellos votaron por Obama en 2012). Pero ambos mantienen un discurso duro en el tema migratorio. También hay que tomar en cuenta que muchos latinos están decepcionados con Obama.
– Como en toda elección, sucesos inesperados pueden alterar dramáticamente la contienda, tales como un ataque terrorista, conflictos en Oriente Medio, más tensiones raciales, una decisión polémica del Tribunal Supremo sobre las medidas migratorias de Obama o un informe del FBI que critique el manejo de Clinton de sus correos electrónicos cuando era secretaria de Estado.