Hace tiempo dije que el tema Donald Trump era algo pasajero, que quizá sus dichos pueden y hacen, mucho ruido pero no vale la pena tomarlo en serio ya que los norteamericanos sería muy difícil que lo tomaran en serio.
Y es que seamos humildes y honestos, aunque los norteamericanos quisieran que Donald Trump fuera presidente, saben perfectamente que una persona tan radical y con tan poco conocimiento político no podría ser un buen jefe de estado.
Sino vea.
Los aspirantes republicanos a la nominación presidencial ya tuvieron dos primeros debates entre ellos, su proceso de selección interna en el partido republicano avanza y lo único que va quedando en claro es que Donald Trump es aún más ignorante de lo que parecía.
La gente está viendo los debates no solo para ver que otra flamígera declaración da en contra de américa latina o México, ha dejado en claro que su sentimiento no es en contra de America Latina sino en contra de México, por ello mismo en el último de los debates el decir que en México no se otorga la ciudadanía a quien nace en nuestro país y que EU es el único país del mundo que tontamente la otorga así es una barbaridad.
Deje usted lo bárbaro, es una idiotez.
La nacionalidad por nacer en un país se llama jus soli o que se traduce del latín ciudadanía por el lugar de nacimiento, es de los tiempos romanos y no solamente es algo que otorga México, sino prácticamente todos los países del continente, incluyendo EU y Canadá, se da.
Pero bueno son detalles de Donald Trump, que tiene a un sector, un sector radical dentro de los republicanos, muy contentos con sus ocurrencias, pero si vemos más allá de todo, Donald Trump lo único que quiere es quedar en segundo lugar en la elección interna para que el número uno, que parece será Bush, si otro Bush camino a la casa blanca, tenga que negociar con él (Donald Trump) por su apoyo, dinero y contactos políticos, quizá no como vicepresidente pero si como un alfil muy importante en la estrategia a la presidencia.
Eso no lo había pensado ¿verdad?
Sorpresa sorpresa, Donald Trump parece tonto, lo es, pero no es tan tonto como para dilapidar dinero sin que le traiga un beneficio.
Ahora lo que deben pensar los norteamericanos que son testigos del proceso de elección interna en Estados Unidos es saber sopesar los pros y contras de cada uno de los candidatos, por ejemplo, en el partido republicano el que parece que tiene las posibilidades de dar batalla en las urnas es Bush, en cambio en el partido demócrata hay una serie de altibajos pero al menos no hay tantos candidatos como en el republicano.
Todo apunta para que Hillary Clinton sea quien represente a los demócratas pero nada esta escrito.
Los votantes norteamericanos deberán ver quien en realidad les representa y quien no, pero lo que tienen muy claro en la cabeza es que quizá aún no están listos para que una mujer sea quien dicte sus destinos en torno a la cabeza de la política nacional.
La situación política de Estados Unidos en este momento es un tanto cuanto complicada, por ejemplo el presidente Obama no tiene el congreso de su parte, pero a la vez tampoco su propio partido está ya pensando en apoyarlo mucho, digamos que los demócratas lo que quieren es comenzar a poner sana distancia con miras de las próximas elecciones.
¿Qué es lo que hará Barack Obama?
No presentar más leyes que sabe que no pasarán, de hecho está evaluando dan decretos sin que pasen por el congreso y así se hagan las ultimas jugadas de poder en su administración
Los republicanos están tratando a toda costa de que no vaya a ver una reforma migratoria, sería un hit del gobierno de Obama y claro, un buen hándicap para los demócratas, por ello mismo y regresando a Donald Trump, sabemos que todo lo que sea anti latino o anti migrantes ilegales es proveedor de votos, siempre y cuando no se caiga en un lenguaje denigrante y homofobo, racista, etc.
Además si vemos el panorama político internacional de los Estados Unidos, los demócratas deben apuntalar el levantamiento del embargo a Cuba, las relaciones diplomáticas y claro, la relación con América Latina, no pueden permitirse que los republicanos den al traste con todo esto, que está encerrado en un pensamiento nacionalista recalcitrante.
El próximo presidente de los Estados Unidos del partido que sea tendrá dos temas que revisar con extrema prontitud, el primero es la economía, ya va siendo hora de que la reserva federal resuelva elevar las tasas de interés y claro, Rusia tiene pronto elecciones, ha decidido Vladimir Putin volverse a postular, así como tratar de mostrar un poderío militar extraño que ya las propias fuentes de inteligencia norteamericanas no pueden vislumbrar que está haciendo en el desarrollo de nuevas armas; como sea Vladimir Putin es un foco rojo ya que se teme que con su consabida poca tolerancia a los señalamientos y críticas, aplaste a los opositores que ya dice “una Rusia sin Putin”
Estados Unidos está avanzando en el concierto de naciones de forma sólida pero lenta, la economía mundial está desacelerando, pero la fortaleza norteamericana aun da para crecer un poco, China sigue atesorando bonos norteamericanos y Japón parece que por fin aunque de manera lenta sale de sus baches económicos.
Venga pues las elecciones, Donald Trump parece que no estará en ellas.