Las FARC anunciaron el viernes la suspensión del cese unilateral e indefinido al fuego luego de que 26 de sus rebeldes murieran en un ataque de la fuerza pública.
En un comunicado, las FARC dijeron que “no estaba en nuestra perspectiva la suspensión de la determinación del cese al fuego unilateral e indefinido proclamado el 20 de diciembre… pero la incoherencia del gobierno (del presidente Juan Manuel) Santos lo ha logrado”.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) habían anunciado el cese al fuego como un gesto de buena voluntad hacia el proceso de paz que llevan a cabo en Cuba con el gobierno de Santos desde fines de 2012. En ese momento, sin embargo, advirtieron que la tregua podría romperse si sus rebeldes eran atacados por la fuerza pública.
De todos modos, las FARC sostuvieron que mantendrán las conversaciones. “Contra nuestra voluntad tenemos que proseguir el diálogo en medio de la confrontación”.
Según las FARC, el cese al fuego se suspende “luego de cinco meses de ofensivas terrestres y aéreas contra nuestras estructuras en todo el país”.
Agregaron que “nos duelen por igual las muertes de guerrilleros y soldados, hijos de un mismo pueblo y procedentes de familias pobres. Debemos parar este desangre”.
Una conferencia para dialogar sobre un acuerdo de desminado conjunto en La Habana prevista para el viernes fue suspendida por las partes sin más explicaciones.
Minutos antes, Santos había informado que 26 guerrilleros habían muerto en un ataque a un campamento rebelde en una zona rural del municipio de Guapi, en el departamento de Cauca y a 470 kilómetros al suroeste de Bogotá. En el operativo un guerrillero menor de edad fue detenido.
Según dijo, el frente guerrillero atacado fue el mismo que el 15 de abril asesinó a 10 militares, también en Cauca.
“Desde el día que se iniciaron las conversaciones de La Habana he sido claro… en que las operaciones de nuestras Fuerzas Armadas contra la subversión no se detendrían y no se detendrán, que nadie se llame a engaños”, enfatizó el mandatario acompañado de la cúpula militar y el ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón.
Unas horas después de la decisión de las FARC, Santos sostuvo que pasados 10 minutos de su anuncio sobre los 26 rebeldes muertos “la guerrilla salió precisamente a decir que suspendían su cese al fuego, iniciaban ofensivas militares como un acto de represalia”.
El senador Iván Cepeda, del izquierdista Polo Democrático Alternativo y público defensor de las conversaciones de paz, escribió en su cuenta de Twitter: “Deploro ruptura de alto al fuego de las FARC, que ahorró al país mucho sufrimiento en estos meses”.
El guerrillero Pastor Alape, que integra el llamado secretariado o máxima línea de mando de las FARC y es uno de los negociadores en La Habana, sostuvo en Twitter que los guerrilleros “asesinados bajo la profunda noche y en pleno sueño, con bombas de 250 kilos sin oportunidad de combatir, es un acto aleve y degradante”
El senador y expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), crítico acérrimo del proceso de paz, dijo al canal RCN que no es ético que mientras los principales jefes guerrilleros “están en un diálogo de paz en La Habana, exponen aquí al guerrillero raso a que le den de baja”.
Para el político y periodista Carlos Lozano, director del semanario Voz del Partido Comunista Colombiano, la suspensión del cese al fuego era predecible “por la irresponsabilidad del gobierno” porque “no se puede hablar de paz en La Habana mientras aquí en Colombia se hace la guerra”.
Esa postura ambigua, agregó, “es la que genera la inestabilidad en el proceso”.
En tanto, el politólogo y analista Vicente Torrijos observó que las negociaciones no están en peligro y que lo de la jornada “es una muestra más de la crisis estructural del proceso” de negociación “que ha dejado para el final los temas gruesos”.
El 15 de abril en Cauca las FARC dieron muerte a 10 militares y causaron heridas a otros 20, lo que obligó a Santos a levantar la orden que días antes había dado de suspender los bombardeos a los campamentos rebeldes.
Hasta ahora las partes han llegado a acuerdos parciales en tres puntos en las negociaciones de paz: el problema de la tierra, la participación política de los guerrilleros y el combate conjunto al narcotráfico.
Actualmente debaten el resarcimiento a las víctimas del conflicto.
Las FARC tienen en sus filas a unos 7.000 rebeldes, según cifras oficiales.