Los jefes de estado pueden tener una opinión propia, pero cuando hay indiscreciones, más vale tener cuidado.
El caso es que ahora el mandatario francés Nicolas Sarkozy fue escuchado por reporteros que cubrían la reunión del G20 y oyeron cuando Nicolas Sarkozy le comento a su homologo Barack Obama que detesta al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.
No es lo mejor que se puede decir de un homologo y menos cuando medio oriente se encuentra en tensiones ya que Israel no quiere que Palestina sea aceptado en Naciones Unidas.
Como sea, esta es otra metida de pata del presidente galo Nicolas Sarkozy.