Es evidente que en Michoacán se expresa con una agresividad mayor la existencia de un amplio déficit de estatalidad, pues las instituciones han perdido su capacidad para dar cumplimiento a la Constitución.
Lo más importante es que Michoacán es muestra de como se degradan los poderes de las instituciones y claro, con ello una gama de problemas que afectan tanto para arriba como para abajo en la estructura del estado y del país en materia de gobernabilidad.
La gran lección que da la situación que comienza a enmendarse en el estado de Michoacán es que un politico enfermo no puede tener la fuerza para dirigir un estado, el crimen organizado en su faceta de narcotráfico, puede tocar las mas altas esferas del poder como lo es el secretario de gobierno o gobernador interino y claro, la situación de seguridad verse inexistente hundiendo el estado y su geste en la ignomia.
Ojala esta lección haya sido aprendida, Estado de México tiene graves problemas de seguridad, Tamaulipas y por supuesto, Sinaloa. Aguardemos pues.