El tango reduce el estrés y eleva el deseo sexual de quienes lo bailan, según la tesis de doctorado que la psicóloga colombiana Cynthia Quiroga ha presentado en la Universidad de Fráncfort (oeste de Alemania).
El tango, designado ayer Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, no sólo mejora el ánimo sino que reduce el cortisol, hormona vinculada al estrés, y eleva la testosterona, relacionada con el deseo sexual.
Según informó esa universidad, Quiroga tomó muestras de saliva de 22 parejas de bailarines de tango e investigó posteriormente su composición química.
Asimismo, pidió a los participantes en el estudio que rellenaran un formulario para poder valorar las emociones que les generaba bailar el tango.
Para investigar si el efecto del tango derivaba de la música, del movimiento o del roce con la pareja, Quiroga analizó cada factor por separado y en diversas combinaciones.
Su trabajo determina que la reducción de la hormona del estrés se consigue principalmente a través de la música mientras que la subida de la testosterona es producto del baile y del contacto con el compañero.
Los cambios hormonales y las reacciones emocionales de los bailarines alcanzaron su máximo nivel cuando se combinaban los tres factores.
Según la Universidad de Fráncfort, las investigaciones de la psicóloga colombiana confirman los estudios de los terapeutas que recomiendan a las parejas con problemas acudir a clases de tango.
Quiroga, becaria del Organismo de Intercambio Académico Alemán (DAAD) , vive desde hace cuatro años en Alemania y ha publicado su estudio en la revista “Music and Medicine”