En octubre pasado, un grupo especial de la policía Federal llegó hasta la Ciudad de Nuevo Laredo, en el estado de Tamaulipas. El grupo de 8 agentes llegaba con la consigna de encargarse de la seguridad personal de un Magistrado de ésta localidad Fronteriza.
El Juez, Armando Báez Espinoza, Magistrado Décimo Noveno de Circuito del Cuarto Tribunal Unitario, no había solicitado la seguridad pero, desde la Ciudad de México, se había ordenado que desde ya, se cumpliera con el protocolo de seguridad.
Los ocho agentes se dividieron en dos grupos; el grupo “A” conformado por cuatro agentes entre los que se encontraba el líder de todo el despliegue. El resto del personal, conformarían el grupo “B”.
Durante la madrugada del sábado 29 de octubre, el grupo “B” mantenía resguardada la casa del Juez Báez Espinoza, a la 1:40 de la madrugada el domicilio del Magistrado fue rodeado por sujetos fuertemente armados.
Según el informe redactado por las autoridades federales, los civiles armados sorprendieron al equipo de custodia y los sometieron sustrayendo a los cuatro efectivos del domicilio de Báez Espinoza.
A bordo de vehículos particulares, los escoltas del Magistrado fueron llevados hasta una localidad remota en donde fueron sometidos a torturas por varias horas.
Después de confirmar que todos eran escoltas de un funcionario federal poco a poco fueron liberados los policías sumamente golpeados dice un informe oficial
En su declaración, los agentes federales coincidieron en señalar que todos los integrantes del grupo captor vestían uniformes idénticos al los utilizados por la Secretaría de Marina Armada de México, (SEMAR) con excepción de algunos que llevaban calzado no oficial al habitualmente usado por las fuerzas federales.
La investigación sobre este ataque ha permanecido bajo riguroso hermetismo, ninguna autoridad de Tamaulipas acepta hablar sobre lo ocurrido en Nuevo Laredo en torno al Magistrado. La seguridad del mismo no ha sido reforzada.