El premio Nobel de Química, Mario Molina, consideró que la aprobación de la Ley de Transición Energética es positiva, ya que refuerza el compromiso de México con la mitigación de las emisiones contaminantes y permite que el país siga siendo líder en el tema.
En entrevista señaló que debe haber incentivos para utilizar las energías renovables, pero de tal manera que la industria no pierda competitividad, por lo que en su aplicación deben participar de manera conjunta el gobierno, la iniciativa privada y el sector académico.
Y es que, dijo, hay ejemplos del éxito de este tipo de medidas, como California, donde están tomando medidas bastante drásticas, y su economía sigue creciendo de manera “espectacular”.
“Lo importante es la visión general, que México, por un lado, seguimos siendo líderes en el mundo, porque sí nos interesa lo que es un problema global, porque somos muy vulnerables”, afirmó Mario Molina.
Asimismo, comentó que la aplicación de la Ley se debe hacer de tal manera que beneficie a la economía y empiece a prepararnos como país para lo que viene en un futuro no muy lejano.
Por lo que es importante que haya colaboración con el sector empresarial, que no lo vean como un sacrificio, ya que “no podemos en México funcionar con desventajas que afecten la competitividad de nuestro sector empresarial… podemos hacer mucho en sustentabilidad para adaptarnos a estos cambios”.
En este sentido, resaltó que México debe ofrecer incentivos para utilizar las energías renovables, y ya se encuentran precios muy racionales en fuentes eólicas, pero hay atrasos en energía solar, a pesar de que el norte del país es una de las zonas más apropiadas de todo el planeta.
“Por supuesto hay que trabajar juntos y es una de las cosas que hacemos en el Centro Mario Molina, es tratar de llegar a compromisos que le convengan tanto el sector privado como al gobierno y el país”, resaltó.
De acuerdo con el Premio Nobel de Química, la idea de establecer un precio a las emisiones contaminantes, es algo que pasará a nivel global, y favorecerá a las energías renovables.
“Lo que necesitamos es empezar a adaptarnos pare esos cambios y que la industria misma empiece a explorar todas las alternativas, pero de manera que siga funcionando con competitividad a nivel mundial”.
Explicó que los certificados de energía limpia son ejemplo de un incentivo para impulsar todas las alternativas, pero hay que hacerlo de forma conjunta, para que no sea algo a costa de su propio beneficio o desarrollo económico.
“Para que esto siga funcionando, una de las cosas que proponemos nosotros es precisamente tener grupos de expertos, representantes de la industria y del gobierno, del sector académico para asegurarnos de que estemos al día, con la convicción de que si lo hacemos todos bien, todos salimos ganando”, resaltó.
Mario Molina afirmó que debe dejar de parecer un sacrificio, una barrera que pone el gobierno a las empresas, a algo donde todos trabajen juntos y le vaya mejor al país y a las industrias.
“Hay empresas socialmente responsables, que además están mostrando que les puede ir muy bien y tenemos ejemplos también de compañías internacionales que tienen ese mismo punto de vista, inclusive empresas petroleras, sobre todo las europeas”, finalizó.
La Ley de Transición Energética de México, aprobada la semana pasada por el Congreso, busca regular el aprovechamiento sustentable de la energía y con ello cumplir el mandato constitucional de obligaciones de energías limpias y reducción de emisiones contaminantes de la industria.
La legislación contribuirá a que México cumpla con las metas de mitigación de emisiones de gases y compuestos de efecto invernadero.