Solo resta felicitar a la maravillosa actriz y cantante (mas cántate que actriz, pero da igual), Liza Minelli que en la mundialmente famosa fuente de Trevi dio este espectáculo absolutamente improvisado sin que nadie se diera cuenta de que sucedería cuando en la mañana, encontraron el entarimado.
Que maravilloso escenario para una maravillosa cantante, Minnelli estuvo cantando por espacio de 45 minutos y así de la misma forma en que apareció y estuvo, se esfumo.
Seria fantástico, si sus alud lo permitiese, un día se le ocurriera lo mismo en el zócalo capitalino, solo por el gusto de dar tiempo a su publico y donar su talento al mundo.
Cheers Liza.
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