Más de 600 personas esperaron por cuatro horas la llegada de la urna que contiene la reliquia insigne de San Juan Bosco, presbítero considerado el padre y maestro de la juventud, patrono de los editores y fundador de los salesianos.
En la colonia Ocho Cedros, el nutrido contingente, encabezado por el sacerdote Rafael Alemán, recibió con cánticos y alabanzas la urna procedente de Los Reyes La Paz y de San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
Cerca de la medianoche, niños, jóvenes y adultos estallaron en júbilo, acompañado por cohetes en el cielo, una vez que sus ojos contemplaron el vehículo que transportaba la urna.
San Juan Bosco fue fundador de la congregación de los salesianos, comunidad religiosa con rama masculina y femenina, dedicados a la educación de los jóvenes, en especial de los pobres. La congregación toma su nombre de San Francisco de Sales.
También se le reconoce su tarea de gran constructor de iglesias, entre ellas la Basílica de San Juan Evangelista, la Basílica de María Auxiliadora y la Iglesia del Sagrado Corazón, en Roma, donde celebró su última misa.
San Juan Bosco escribió también algunos opúsculos en defensa de la religión.
La muerte de Don Bosco, como lo conocían sus feligreses, sobrevino el 31 de enero de 1888, cuando apenas comenzaba el día, de suerte que algunos autores escriben, sin razón, que murió al día siguiente de la fiesta de San Francisco de Sales, la cual es el 24 de enero.