La oficina del médico forense del condado de SanDiego entrega este domingo a familiares los restos del mexicano AnastasioHernández Rojas, quien pereció el lunes pasado tras recibir una golpiza ydescargas eléctricas de varios agentes fronterizos.
Familiares del inmigrante, originario de San Luis Potosí, informaronque en los próximos días decidirán si los restos son sepultados en San Diego,donde viven su pareja sentimental, cinco hijos y dos hermanos, o en su estadonatal, donde radican sus padres y el resto de los hermanos.
Hasta este domingo los familiares de Hernández Rojas nohabían decidido si presentarían una demanda, luego de que el médico forense determinóque el mexicano fue víctima de homicidio.
El consulado de México en San Diego formó un equipo deasesoría legal para apoyar a los familiares en la decisión que tomen.
Andrea Guerrero, abogada de la Unión de Libertades CivilesEstadunidenses (ACLU), la mayor organización legal en el país, dijo que suorganización demanda una ‘investigación a fondo y transparente’ sobre la muertedel mexicano.
Explicó que la ACLU expresó su preocupación de que se esté incrementandoel uso excesivo de la fuerza contra los indocumentados.
Según testigos, en la golpiza y descargas eléctricas aHernández habrían participado hasta una veintena de agentes federales y empleadosde la empresa de seguridad Wackenhut, que está a cargo de transportar ydeportar a los inmigrantes.
Por lo menos dos oficiales del Instituto Nacional deMigración (Inami) de México asignados a la Puerta México en la garita de San Ysidroconfirmaron que en la agresión participaron unos 20 oficiales estadunidenses,confirmó el delegado Francisco Javier Reynoso Nuño.
Adriana Jasso, de la Coalición Proderechos de La raza, dijoque el caso merecería calificarse no como abuso de autoridad sino ‘abuso brutalde la fuerza’