El actor mexicano Ignacio López Tarso (1925) aseguró que lleva 68 años gozando y divirtiéndose al realizar su trabajo escénico. “Mi carrera ha sido muy grata. Tuve la fortuna de interpretar a los más grandes, a los grandísimos de la literatura dramática universal”, acotó lúcido, jovial y de buen talante.
El intérprete de la legendaria película “Macario” (1960), dirigida por Roberto Gavaldón sobre una novela de B. Traven, se presentará hoy por la noche en el Teatro Cervantes de esta ciudad con “El de la triste figura”, un divertimento para tres voces y una guitarra, en el marco del 44 Festival Internacional Cervantino (FIC) que culminará el próximo 23 de octubre en esta ciudad.
López Tarso, quien el próximo 15 de enero cumplirá 92 años de edad refirió que los griegos fueron “los meros meros” de las artes escénicas. “Ellos fueron los papás, los abuelos, quienes nos enseñaron lo que es el teatro y cómo hacerlo desde hace más de 500 años antes de nuestra era”. Y citó entre ellos a Eurípides, Esquilo y Agamenón.
También reconoció la gran cantidad de maravillosas obras dentro de la literatura universal que no hay actor que tenga la vida suficiente para hacer todo lo que quisiera. Y dijo estar en el trance humano en el que queda poco tiempo. “Y lo malo es que mientras pasa el tiempo nos quedan menos capacidades para hacer cosas”.
Actualmente, comentó, está en espera de una respuesta favorable de varios amigos suyos, productores y directores, pues tiene la ilusión de hacer una obra teatral con Juan Ignacio, su hijo. Le gustaría, agregó, una obra para dos actores, para que ambos estén solos sobre el escenario.
López Tarso aseguró que se siente bien, dijo estar sano y en perfecto estado mental. “Tengo casi 92 años y considerando lo que he vivido, el mundo que he recorrido, y todo lo que me ha tocado interpretar, me siento perfectamente. Tengo capacidad de memoria para poder aprender lo que me urge y olvidar lo que ya hice. Es mi sistema para ejercitar la mente: Pensar lo que viene y olvidar lo pasado; así tengo más espacio en la memoria”.
También habló de su labor dentro de la industria cinematográfica nacional y mundial, y sin recato comentó que desde sus inicios en el medio artístico, ha filmado 50 películas a las cuales clasificó: “20 me gustan, 20 son regulares y a las 10 restantes ni mencionarlas, mejor olvidarlas”, y tras la categorización soltó una carcajada de su risueña cara.
Su visita a esta ciudad obedece a que actuará en “El de la triste figura”, donde dará voz a dos variantes del célebre personaje cervantino: “Don Quijote de La Mancha” y “Alonso Quijano”, en compañía de los actores Gabriela Pérez Negrete y Juan Ignacio Aranda. Así, el actor revivirá de manera íntima y sincera las anécdotas del caballero manchego.
Esta misma tarde, Ignacio López Tarso recibió el reconocimiento “Orgullo Guanajuato FIC” en su edición 2016, presea que se otorga a los artistas guanajuatenses que participan en el festival. En esta ocasión se decidió incluir al actor ya que su padre, Alfonso López Bermúdez, nació en Moroleón, uno de los más brillantes municipios de la entidad.
En el acto, el director general del festival, Jorge Volpi, señaló que para el FIC, sobretodo en la conmemoración de los 400 años de la muerte de Cervantes, y la celebración que este encuentro cultural hace de su obra, es un orgullo contar con la presencia de Ignacio López Tarso. “Tenía que ser una de las figuras invitadas al festival, por su enorme espíritu cervantino”.