Al menos 102 muertos, 106 heridos y miles de damnificados han dejado numerosos deslizamientos de tierra registrados hoy en Río de Janeiro y municipios vecinos como consecuencia de uno de los peores y más prolongados aguaceros que recuerde la ciudad.
La tormenta, que ya dura más de 24 horas, dejó sumergidas grandes áreas de Río de Janeiro y su área metropolitana, en la que viven unos 12 millones de habitantes, pero fueron los derrumbes en las laderas de los cerros, habitados por gente humilde, los causantes de una catástrofe cuyo número de fallecidos puede superar el centenar, según las autoridades.
La tragedia se ensañó especialmente con la ciudad de Niteroi, vecina de Río, donde han sido confirmadas al menos 48 muertes por los aludes, y con la propia Río de Janeiro, donde el número de víctimas fatales asciende a 35, según datos del cuerpo de bomberos y la Defensa Civil.
En el municipio de Sao Gonzalo fueron contabilizados nueve muertes y las otras tres se registraron en Petrópolis, Nilópolis y Paracambí, todas cercanas a Río.
“No son las inundaciones las que han causado víctimas fatales, son los deslizamientos de tierra”, dijo en una rueda de prensa el alcalde de Río, Eduardo Paes, al hacer un balance del desastre en su jurisdicción, en la que también hay cuatro desaparecidos, 56 heridos y mil 420 damnificados.
La mayoría de las muertes registradas en las últimas horas en la ciudad de Río de Janeiro fue consecuencia de derrumbes en los barrios de Andaraí y Jacarepaguá, así como en favelas que ocupan los morros Dos Prazeres, Borel, Dos Macacos y Turano