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Lo dejan libre el día siguiente lo matan
Gustavo era un ladrón reincidente, que ya había estado en las Islas Marías y en el Reclusorio Oriente, y era conocido en el mega mercado de Iztapalapa.
Y así fue detenido el 2 de noviembre, cuando presuntamente sustrajo objetos de un tráiler.
El Ministerio Público decidió presentarlo, al día siguiente, ante un juez de control que calificó de legal la detención. En ese momento, el hombre fue acusado de tres robos. Todo corría conforme al protocolo del sistema penal acusatorio.
Pero durante la audiencia de vinculación a proceso el caso tuvo giro de 180 grados. El Ministerio Público agregó otros robos que no había enunciado en la formulación de la imputación.
Los cargos ya no coincidían. En la audiencia pública, el juez Antonio Cortés advirtió al MP que la imputación estaba mal formulada, por lo que no podía vincular a proceso a Gustavo. Entonces lo puso en libertad y le recordó al MP que podía ampliar y corregir la investigación.
Sin embargo, el destino se adelantó. Gustavo Sartillo Sánchez regresó a los pasillos de la Ceda y ahí -el viernes 4 de noviembre- fue apuñalado al parecer porque intentó asaltar a un comerciante, pero varios hombres lo sometieron, uno de ellos lo atacó con un arma punzocortante, lo que le provocó la muerte.
La víctima había purgado una condena por robo en el Reclusorio Oriente hace algunos años y al quedar en libertad volvió a delinquir. Aquel 2 de noviembre pasado, Gustavo y otro individuo presuntamente sustrajeron objetos de un tráiler en la Ceda. Un trabajador del propietario lo sorprendió y persiguió hasta que, con ayuda de policías, Gustavo fue arrestado en un local.
Ahí, policías de la SSP local le incautaron 2 tarjetas bancarias, 3 teléfonos celulares, un autoestéreo, un radio y 139 dólares. El dueño del local acreditó la propiedad de los objetos y su empleado identificó al presunto ladrón. Gustavo fue puesto a disposición del juez de control y después, liberado por un mal proceder del MP.

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