Beatriz González Rubín
“Cuando la mujer tuvo que compartir la responsabilidad del ingreso familiar, no sólo impactó en el deterioro individual sino en el de toda la sociedad”
“El abandono de la madre en la formación de los hijos, convirtió a las escuelas en guarderías juveniles, a los maestros, en solidarios responsables de la educación, y vació de contenido educativo y de convivencia humana, enormes cantidades del tiempo familiar, el cual fue ocupado por el excesivo consumo de la televisión chatarra y el abusivo uso de instrumentos lúdicos envueltos en ropajes de tecnología, también chatarra”
Los fragmentos anteriores son palabras de Elba Esther Gordillo, presidenta vitalicia del SNTE, en una carta pública.
Lo único que nos faltaba, ahora resulta que la mujer más corrupta de México, se atreve a criticar a las madres que no les queda más remedio que salir a trabajar, pues de otra manera sus hijos no comen.
Tal parece que la señora ha olvidado completamente sus orígenes como maestra rural, donde me supongo, fue testigo de la miseria de muchas familias.
México, al igual que otros lugares del mundo, tiene a millones de mujeres que son cabeza de familia; los divorcios, el concubinato, los encuentros sexuales casuales y de más factores han hecho que las familias con padre, madre e hijos, como otrora las conocimos, sean cada vez menos comunes. La mujer se ha visto obligada a ser parte de la fuerza de trabajo del país, no queda de otra, y aun en parejas estables, ambos salen a buscar que la economía familiar sea un poco menos mala.
Y ahora resulta que “La maestra” como es conocida, se atreve a juzgar a las mujeres como culpables de la deficiente educación de los niños y jóvenes.
En la nomina del SNTE, aparecen cientos de maestros “aviadores”, que cobran por nada, los gastos escandalosos del Sindicato son evidentes, la corrupción de la lideresa que se pasea por la avenida que ostenta las tiendas de marca más caras del mundo en México, y de mas actividades de la mujer y sus colaboradores, la nulifican como juez.
Elba Esther tiene gran parte de culpa del estado de la educación. La preparación de los jóvenes que llegan a la universidad, aun procediendo de escuelas privadas, es deplorable. Y todo es el producto de la mala combinación de la Secretaria de Educación Pública y el Sindicato.
¿Llegara el momento que alguien se atreva a hacerle frente a este ser tan enfermo? ¿Cuántos sexenios más tendremos que aguantar el derroche de la señora Gordillo? ¿Habrá alguien con la fuerza y la determinación de remover a “La maestra” de su puesto?
Preguntas que miles, millones de mexicanos nos hacemos y creo que por lo pronto, en el sexenio que está a punto de comenzar, la nefasta lideresa continuará en su puesto.
Yo soy una de esas mujeres que se ha visto obligada a salir a la calle a buscar una mejor situación para su familia, y no me avergüenzo de ello, mi lucha es honesta, a diferencia de la de esa mujer corrupta, enferma de poder, que lo único que le importa es enriquecerse a costa de aquellos que pretende defender: los niños.