Después de que Teherán reconociera que había mantenido en secreto la construcción de una planta de enriquecimiento de uranio, el mundo se pregunta, ¿qué otra cosa puede ocultar Irán?
En uno de los peores momentos de la relación diplomática con la República Islámica, tales sospechas están acabando con la confianza antes de la reunión del jueves en Ginebra entre Irán y seis potencias mundiales. Se prevé que podría haber una tendencia mucho más estricta de parte de occidente y un mayor aislamiento económico y político para Irán.
Teherán insiste que no ha hecho nada contra la ley. Argumenta que reveló la existencia de la planta, cerca de la ciudad de Qom, de forma voluntaria en una carta del 21 de septiembre dirigida a la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), es decir, cuatro días antes de que el presidente Barack Obama y los líderes de Francia y Gran Bretaña denunciaran al país de Medio Oriente por sus maniobras secretas.
Pero los diplomáticos y autoridades que vigilan el programa nuclear de Irán y las medidas de la AIEA ante él, señalan que Teherán reconoció la existencia de la planta obligado por el temor a que personas externas al gobierno iraní lo revelarían antes que ellos.
Aunque Teherán intenta mostrar que no tiene nada que ocultar al afirmar que los inspectores de la AIEA tendrán acceso a la planta, la atención está puesta ahora en las posibilidades de que Irán tenga otras instalaciones ocultas.
“Si usted fuera el encargado del programa nuclear de Irán, ¿pondría todo en un solo lugar?”, preguntó Graham Allison, subsecretario de defensa estadounidense y director del Centro Belfer para Asuntos Científicos y de Relaciones Internacionales en la Universidad de Harvard.
“Esa es la lógica que nos hace pensar que habría algo como Qom y habrá algo más que Qom”, agregó. “Creo que en unos meses se descubrirá que Irán tiene otros sitios similares o Irán mismo anunciará que los tiene”.
Incluso antes de la carta del lunes, un importante funcionario internacional relacionado con los asuntos iraníes dijo a The Associated Press que la AIEA tenía inquietudes sobre la existencia de posibles actividades nucleares ocultas en zonas que ellos no podían visitar.
El jefe de la AIEA, Mohamed ElBaradei, ha expresado en otras ocasiones sus temores sobre este tipo de panorama. En un reporte presentado previamente este año, escribió que a menos que Teherán abra completamente su país a los expertos de la agencia, la AIEA “no podrá asegurar con credibilidad que no hay material y actividades nucleares clandestinos en Irán”.
Un diplomático occidental cuyo país forma parte de la junta directiva de la AIEA y que tiene acceso a información de inteligencia sobre las actividades nucleares de Irán, dijo que no había evidencias de otras instalaciones secretas. El funcionarios señaló a AP que si la intención de Irán fuera mantener en secreto su plan de enriquecimiento de uranio, sería lógico que hubiera construido un sitio cercano para proveer la planta con material nuclear.