Lourdes Pérez Gay, quien hace 47 años fundó junto con Lucio Espíndola lo que hoy es un centro cultural, escuela y semillero de titiriteros de calidad internacional, evocó los años en que sin mayores apoyos ni recursos propios soñaron con hacer el mundo de los títeres un universo que beneficiara a México y a la humanidad entera; hoy ese sueño es realidad, y juntos, han forjado un legado cultural para la posteridad