El agua es vida y por ella se mata. Esto es lo que pasa en el norte de Mali, en la región de Tombuctú, a las puertas del desierto del Sáhara. Un complejo sistema de interconexión entre lagos que está bloqueado por la sedimentación y la escasez de precipitaciones debido al cambio climático hacen que la vida de los habitantes del lago Faguibine sea cada vez más difícil