Una mujer es vencida tras una pelea cuerpo a cuerpo entre las mesas del Salón Los Ángeles. Su contrincante la desnuda por completo y así cruza caminando la pista de baile, sube las escaleras y se detiene, furiosa, a mirar la escena antes de partir. Tal interpretación es de la actriz Luz Ramos, quien es una de las más ovacionadas en la obra Cada quien su vida, escrita por Luis G. Basurto, acerca de la vida nocturna de las féminas de cabaret.
Aunque son sólo algunos minutos, la escena es complicada, porque la actriz se desnuda sin la protección de la iluminación o el telón y sucede en un momento dramático que deja a los espectadores en silencio.
La tapatía Luz Ramos, expresó su sentir ante tal provocación teatral, dirigida por Enrique Pineda y bajo la producción de Rubén Lara.
“Cuando hice el casting me dijeron que el personaje tenía un desnudo. En ese momento pensé ‘no me importa’. Después me cayó el veinte cuando me quedé con el papel. En los ensayos propuse ropa interior, pero me dijeron que era un desnudo total, que cruzaría el escenario caminando y que en mí estaba que dejaran de ver a una mujer desnuda y vieran el trasfondo de la escena”, expresó Luz Ramos.
La primera vez que hizo la escena, la actriz Luz Ramos sintió temor, pero tuvo el respaldo del resto del elenco. Margarita Gralia, recordó, incluso, le dio como consejo que no se preocupara por el físico, sino por cargar al personaje. Mauricio Islas y Alberto El Caballo Rojas también le dieron tranquilidad antes de salir.
“Ensayé con ropa interior, pero en el estreno me temblaban las piernas. Ahora siento más la humillación que le ocurre al personaje de Lila. Quiero que la gente deje de ver el cuerpo y vea el dolor que ella lleva en el camino. Hasta ahora lo he logrado, aunque es la primera vez que me desnudo para teatro. La gente se queda en silencio y después aplaude, es entonces que sé que el esfuerzo valió la pena”, explicó la actriz Luz Ramos.
Fue hace cuatro años cuando Luz Ramos se graduó del CEA, pero desde antes, en sus estudios en Guadalajara, hizo teatro callejero. Después trabajó junto a Alberto Estrella en el Círculo Teatral e hizo Microteatro. Es por ello que considera a Cada quien su vida como su gran oportunidad.
“El CEA es un escaparate para que vayas con productores, ingreses a Televisa, tomes clases con profesores buenísimos y tengas bases en teatro. Aunque me gradué, el maestro Eugenio Cobo siempre me dijo en las evaluaciones que yo haría mucho teatro y cine, porque no soy la típica niña bonita, con facciones delgadas en el rostro y definidas. ¡Me encanta el teatro! Aunque sé que para que la gente te conozca, debes estar expuesta a la televisión, aunque aún no se me ha dado una oportunidad en esa plataforma, pero seguiré intentando”, explicó Luz Ramos.
La aficionada a los Diablos del equipo de futbol del Toluca conduce además el programa Diablos Rojos TV y en Internet participa en el blog Mimosas para desayunar.
La oveja negra
Al inicio, el deseo de Luz Ramos era estudiar Ciencias de la Comunicación. Sin embargo, su decisión no era clara y su madre estaba en desacuerdo. Así que se integró a la escuela de actuación de Ofelia Cano, en Guadalajara, y fue ahí donde descubrió su verdadera vocación. Ya inmersa en tal medio, puso su mirada en el Centro de Educación artística (CEA) de Televisa y salió de su tierra, Autlán de la Grana, Jalisco, hacia el Distrito Federal.
“Me vine con mi novio a la Ciudad de México y fui la oveja loca y descarriada de la familia. No me habló mi mamá como un año y no entré al CEA de inmediato, sino hasta el segundo año de mi estancia aquí. No sé qué me hizo aferrarme, porque me costó mucho trabajo: vine sin apoyo de mi familia, así que fui mesera y trabajé de edecán hasta que llegué a lo que me gustaba”, recordó.