El presidente electo de Argentina, Mauricio Macri, asumirá mañana en el Congreso sin la presencia de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner luego de que fracasaran las negociaciones entre ambos para llevar a cabo una transición madura y democrática.
La pelea de los máximos dirigentes políticos del país desató una inesperada crisis en la que ninguno quiso ceder, por lo que los argentinos no tendrán la esperada e histórica foto de Fernández de Kirchner entregándole el bastón y la banda presidencial a Macri.
Los equipos de los dirigentes negociaron a contrarreloj para resolver el debate que provocó la intención de Macri de jurar como presidente en el Congreso, y recibir en una ceremonia posterior en la Casa Rosada el bastón de mando y la banda presidencial de manos de Fernández de Kirchner.
La presidenta se negó a realizar dos actos e insistió en traspasarle el bastón y la banda a Macri en el Congreso, lo que el presidente electo rechazó ante el temor de ser abucheado por los militantes kirchneristas.
Fernández de Kirchner denunció, a través de las redes sociales, que Macri le había gritado por teléfono para exigirle que cumpliera sus condiciones para el traspaso, lo que fue desmentido por la vicepresidenta electa Gabriela Michetti.
El penoso espectáculo se transformó en una grave crisis institucional, ya que desde el gobierno aseguraron que el mandato de Fernández de Kirchner concluía a las 24:00 horas del jueves y que Macri sólo podía ser considerado presidente después de jurar ante el Congreso a las diez de la mañana de ese día.
Por el contrario, desde el gobierno entrante aseguraron que el kirchnerismo terminaba su gestión en los últimos minutos de mañana, por lo que solicitó una medida cautelar (amparo) a un fiscal que determinó que la nueva gestión comenzaba en los primeros minutos del jueves, hubiera o no jurado Macri como presidente.
Oscar Parrilli, titular de la Agencia Federal de Inteligencia, advirtió que habían tenido una reunión muy cordial con el equipo de Macri para acordar los detalles de seguridad y protocolares.
“Ahí nos enteramos de que habían iniciado la medida cautelar, ante esta circunstancia, la Presidenta no se va a exponer a que con este dictamen se la acuse de usurpación de título viniendo a hacer traspaso de mando”, dijo.
El funcionario explicó que no era la intención de la presidenta “entorpecer ni menoscabar el acto” pero no están dadas las condiciones para que asista al Congreso, por lo que “damos por terminado este debate”.