Una bailarina de vodevil viajó en avión desde Nueva York a Boston con la compañía aérea JetBlue, y hasta ahí todo bien.
El problema de la chica llegó en el momento en el que tuvo que hacer un trasbordo cogiendo un nuevo avión en el aeropuerto de Boston con destino a Seattle. La joven bailarina se dirigió al avión, y se le comunicó que no podría acceder debido a su vestimenta. Consideraron que sus shorts eran demasiado cortos, y que, por lo tanto, no podría viajar de tal forma. Ella había viajado horas antes con la misma compañía y con la misma ropa sin ningún problema, pero tras el cambio de avión le pusieron problemas.
Según informa Maggie McMuffin, la bailarina involucrada en el caso, fue la azafata la que le comentó que su vestimenta era “inapropiada”. El asunto se comentó con las demás azafatas y trabajadores del avión, hasta el momento en el que el piloto tuvo que hacer uso de su autoridad y decidir si la chica podría o no viajar en ese avión. El piloto comunicó que debía “ponerse algo más de ropa”, de lo contrario, se le iba a prohibir acceder a su butaca. “Los shorts pueden ofender a otras familias del vuelo”, dijo.
Las azafatas no permitieron a Maggie McMuffin atarse la chaqueta a la cintura para taparse, que es la solución rápida que buscó ella. No le quedó más remedio que acudir rápidamente a una de las tiendas que había en el aeropuerto, y comprar unos pantalones nuevos.
La bailarina, indignada, hizo saber lo ocurrido a muchos medios de comunicación estadounidenses. Ante la presión a la que la compañía se vio sometida, tuvieron que rectificar de algún modo. Devolvieron Maggie el dinero que se gastó en los pantalones y además, le dieron un vale para poder viajar con ellos otra vez de forma gratuita.