El presidente Mahmud Ahmadineyad dijo el martes que su país es ahora más fuerte que nunca y advirtió que el ejército iraní le “cortará la mano” a cualquiera que se atreva a atacarlo.
Pero el desfile militar en el que habló se vio opacado cuando un avión de la fuerza aérea se estrelló, matando a siete personas, dijo la prensa estatal. Imágenes de la televisión mostraron los restos ardientes de la aeronave rodeados por camiones de bomberos en un campo al sur de Teherán.
No hubo información inmediata sobre la causa del choque, pero las fuerzas armadas iraníes -al igual que las aerolíneas civiles del país- se han visto plagadas de accidentes letales. Las autoridades culpan en parte de los accidentes a las sanciones económicas estadounidenses, que impiden al país obtener piezas de repuesto. Pero expertos dicen además que las aerolíneas carecen de recursos y con frecuencia el mantenimiento es malo.
La radio y la televisión estatales no especificaron el tipo de aparato que se estrelló, y se limitaron a decir que se trataba de un avión de transporte. La fuerza aérea participó en el desfile militar del martes con cazas de fabricación estadounidense y bombarderos adquiridos por Irán antes de la Revolución Islámica de 1979, así como aeronaves rusas compradas más recientemente y un avión de combate fabricado en Irán: el Saeqeh, o Rayo.
El espectáculo aéreo fue parte de un desfile militar realizado en la parte sur de Teherán y en el que se mostraron sistemas antiaéreos y antimisiles adquiridos de Rusia en el 2007 para proteger las instalaciones nucleares del país, así como una serie de misiles capaces de alcanzar Israel, Medio Oriente y partes de Europa Oriental.
El desfile conmemoró el aniversario del inicio de la guerra contra Irak de 1980 a 1988, en la que murieron aproximadamente un millón de personas.
En su discurso, Ahmadineyad dijo que la presteza militar del país es tal que “ningún poder se atreve a imaginar una invasión contra Irán”, afirmó. “La nación iraní resistirá a todos los invasores”.
“Nuestras fuerzas armadas cortarán la mano de cualquiera en el mundo antes de que jale el gatillo contra la nación iraní”, agregó.
El comentario, aunque típico de Ahmadineyad, refleja las preocupaciones de Irán de que pudiera ser atacado debido a sus instalaciones nucleares. Estados Unidos y sus aliados temen que los programas nucleares de Irán enmascaran un interés secreto de desarrollar armas atómicas, pero Teherán lo niega y dice que éstos sólo tienen propósitos pacíficos.
La declaración también es vista como una respuesta a una aseveración reciente de su archienemigo Israel, que ha dicho que está manteniendo todas las opciones sobre la mesa contra Irán, incluida la militar.