Malala Yousafzai, ganadora del Premio Nobel de la Paz, desea que los líderes mundiales inviertan más dinero, por encima de sus promesas anteriores, para garantizar 12 años de educación primaria y secundaria para todos los niños del mundo.
La adolescente paquistaní, a quien el Talibán intentó asesinar en octubre de 2012 por afirmar su derecho a la educación, dijo que proseguirá su lucha por el derecho de los niños a la educación y solicitó a los líderes mundiales que inviertan otros 39.000 millones de dólares anuales con ese fin.
“No nos detendremos. Seguiremos manifestándonos y elevando nuestra voz hasta que veamos a todo niño en la escuela”, afirmó antes de una reunión cumbe en Oslo, Noruega, a la que asistirá, entre otros, el secretario general de Naciones Unidas Ban Ki-moon.
Se calcula que unos 58 millones de niños no van a la escuela. Aunque la ayuda para la educación básica se duplicó entre 2002 y 2009, se ha estancado desde entonces y ha disminuido en años recientes, según un documento para la cumbre. Aunque varias naciones han aumentado su presupuesto para la educación, se ha detenido el aumento de la escolaridad infantil.
La educación gratuita y universal a niveles primario y secundario para un período de 12 años se calcula en unos 340.000 millones de dólares anuales hasta 2030, según el Fondo Malala, la organización sin fines de lucro de la que fue cofundadora. Los países de bajos y medianos ingresos deben comprometer por lo menos el 20% de su presupuesto nacional a la educación en vez del promedio actual del 15%.
Los gobiernos deben “empezar a invertir en libros, educación y esperanza en vez de armas, guerra y conflictos”, dijo la joven y reiteró que en mayo un centenar de países se comprometieron a suministrar educación primaria y secundaria gratuita a todos los niños para el 2030.
Malala y el indio Kailash Satyarthi recibieron el Nobel en 2014 por sus esfuerzos en pos de la protección y la educación de la niñez.